por Dr. Jorge Antonio Di Nicco[1]

Resumen: La presente labor trata sobre el mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación 2024, y el llamado que hace a la conversión de la humanidad, ante el abuso que viene sufriendo la naturaleza por parte del ser humano.

Abstract: This work deals with the message of Pope Francis for the World Day of Prayer for the Care of Creation 2024, and the call he makes to the conversion of humanity, in the face of the abuse that nature has been suffering by human beings.

Resumo: Esta obra trata da mensagem do Papa Francisco para o Dia Mundial de Oração pelo Cuidado da Criação 2024, e do apelo que ele faz à conversão da humanidade, diante dos abusos que a natureza vem sofrendo por parte do ser humano.

Palabras clave: cuidado, inteligencia artificial, medio ambiente, naturaleza, papa Francisco

Keywords: care, artificial intelligence, environment, nature, pope Francis

Palavras-chave: cuidado, inteligência artificial, meio ambiente, natureza, papa Francisco

El papa Francisco, en su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación 2024, publicado el 27 de junio de 2024, hace un llamado a la conversión de la humanidad, ya que el abuso de la naturaleza por parte de la humanidad requiere de una verdadera conversión, que lleva a cambiar nuestros estilos de vida.

El Papa expresa que el medio ambiente está sujeto a disolución y muerte, las cuales se encuentran agravadas por el abuso humano de la naturaleza; sin embargo, asegura que la salvación de la humanidad en Cristo es una esperanza segura también para la Creación, porque la Creación misma será liberada de la esclavitud de la corrupción y obtendrá la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Hay que repensar, entre otras cosas, la cuestión del poder humano, su sentido y sus límites.

Es urgente poner límites éticos al desarrollo de la inteligencia artificial, dice, ya que su capacidad de cálculo y simulación podría utilizarse para dominar a la humanidad y a la naturaleza, en lugar de utilizarse al servicio de la humanidad. El reivindicar el derecho a poseer y dominar la naturaleza, manipulándola a su antojo, representa una forma de idolatría, una versión prometeica del hombre que, intoxicado por su poder tecnocrático, coloca arrogantemente la tierra en una condición de desgraciada, privada de la gracia de Dios.

Proteger la creación no es sólo una cuestión ética, sino eminentemente teológica, ya que es el punto donde se cruzan el misterio del hombre y el misterio de Dios. Está en juego no sólo nuestra vida terrena en la historia, sino también, y sobre todo, nuestro futuro en la eternidad.

El Papa afirma que nuestras vidas pueden convertirse en un canto de amor a Dios, a la humanidad, con y para la Creación, y encontrar su plenitud en la santidad.

En su carta encíclica Laudato si, el Papa, al citar el hermoso cántico de san Francisco de Asís, nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos.

Toda la creación está implicada en este proceso de un nuevo nacimiento y, gimiendo, espera la liberación. Se trata de un crecimiento escondido que madura, como un grano de mostaza que se convierte en un gran árbol o levadura en la masa. Los comienzos son insignificantes, señala el Papa, pero los resultados esperados pueden ser de una belleza infinita.

Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba. El cuidarla y protegerla no debe ser ajeno ni extraño a ningún ser humano, con independencia de su creencia religiosa, y aunque carezca de ella.

Todo lo creado está hermanado y comparte el mismo destino común; del ser humano depende que esa hermandad no desaparezca, con todo lo que ello implicaría.

Citas

[1] Jorge Antonio Di Nicco, abogado y notario (UM), posgrado interdisciplinario en derecho de familia (UNLP), doctor en derecho canónico (UCA), diploma en pastoral carcelaria (CEBITEPAL), director adjunto del Instituto de derecho eclesiástico y de derecho canónico del Colegio de Abogados de Morón, autor de casi doscientas publicaciones en la temática canónica a nivel nacional e internacional.