Revista Iberoamericana de Derecho, Cultura y Ambiente
RIDCA - Edición Nº5 - Derecho Antártico. Gestión, Logística y Geopolítica del Atlántico Sur
Edgar F. Calandín y Oscar A. Acosta. Dirección
15 de julio de 2024
Conocer para amar, amar para proteger. Antártida, divulgación y soberanía
Autor. Julio Ricardo Mosle. Argentina
Por Julio Ricardo Mosle[1]
Alrededor de un tercio el territorio de la República Argentina se desarrolla sobre la Antártida y los mares que la circundan y las islas que sobre ellos emergen. En ese extenso, inhóspito y hostil continente investigadores y militares argentinos sostienen la presencia humana permanente más antigua desde el 22 de febrero de 1904.
Cuando Argentina tomó posesión del emplazamiento que la expedición del escocés Bruce le cedió en la Isla Laurie se constituyó allí un observatorio meteorológico que fue uno de los primeros gestos de la mirada argentina sobre el continente blanco, una perspectiva del desarrollo científico al servicio de la soberanía.
Bajo esa premisa es que en aquel primer asentamiento permanente además instalar un observatorio meteorológico también se inauguró una oficina postal del correo oficial, para que todos los que visitasen ese lugar o se comunicasen desde ese lugar con cualquier lugar del mundo supiesen que la Argentina ejerce su soberanía allí.
A lo largo de más de un siglo, Argentina consolidó su presencia en la Antártida con un constante crecimiento de sus investigaciones científicas en distintas áreas como la meteorología, la geografía, la biología, e incluso hasta las ciencias sociales; todos trabajos científicos que son posibles a través de las capacidades desarrolladas por las fuerzas armadas argentinas para desplegar bases, refugios y realizar travesías en las distintas geografías de ese continente.
Es probable que uno de los grandes desafíos pendientes de las políticas de Argentina hacia la Antártida tenga que ver con la consolidación de un ecosistema eficaz y eficiente para la divulgación de sus actividades en el continente blanco.
Hay ejemplos positivos en ese sentido, cómo la inauguración de una corresponsalía de la agencia Télam en la Base Brown en 1972, la instalación de la estación LRA 36 “Arcángel San Gabriel” de Radio Nacional en la Base Esperanza en 1979, una gran cantidad de piezas documentales y publicitarias producidas en diferentes bases argentinas que están siendo rescatadas a través de un proyecto del Instituto Antártico Argentino junto al Museo del Cine y más recientemente la creación de la “Corresponsalía Itinerante” de Télam para acompañar el despliegue de cada Campaña Antártica de Verano.
Sin embargo, todavía hay un extenso camino por delante para dar divulgación plena a todas las actividades de Argentina en la Antártida; todavía hoy es recurrente en varios medios nacionales encontrar más noticias antárticas vinculadas a proyectos de otros países que a los propios, y es probable que eso tenga en parte con ver con la eficacia en las políticas de divulgación de esos otros estados, que en algunos casos con menos capacidades desplegadas en terreno antártico logran mayor visibilidad pública.
Las investigaciones científicas que Argentina sostiene en la Antártida son en muchos casos sobre fenómenos que no se circunscriben a ese continente, estudios atmosféricos vinculados al cambio climático, la presencia en el Polo Sur de microplásticos y contaminantes emitidos en gran parte por complejos industriales del hemisferio norte, afectaciones al equilibrio de la biodiversidad por la sobrepesca de determinadas especies y otros campos en los que el trabajo de los argentinos en la Antártida debería ser central en la agenda de los medios.
Del mismo modo, las operaciones logísticas que el Comando Conjunto Antártico despliega para sostener esos trabajos científicos incluyen el sostenimiento de siete bases permanentes, seis de verano, una serie de refugios y campamentos, y un complejo entramado de operaciones navales y aéreas que le dan a la Argentina una de las mayores flexibilidades disponibles para proyectar su presencia en el punto de su territorio antártico en el que lo necesite.
Todo esto debería forma parte de la agenda pública, tal como sucede cada vez que un equipo o deportista argentino gana un torneo importante, o cuando una película o artista argentino es reconocido en algún festival internacional.
Es probable que las dificultades para “informar desde el lugar de los hechos” pueda desalentar en un primer acercamiento, pero lo cierto es que hoy la tecnología permite comunicaciones telefónicas con todas las bases argentinas, y en algunos casos hasta videollamadas de buena calidad; pero además de lo que sucede en el continente blanco, hay investigadores trabajando en proyectos antárticos desde universidades en varias provincias, militares preparando próximos viajes en el comando antártico y especialistas o veteranos antárticos dispuestos a contar sus experiencias en casi todos los rincones de la Argentina.
El mapa bicontinental de la Argentina sancionado en 2010 vino a facilitar la enseñanza de la geografía antártica argentina, condenada por décadas a ser un recuadrito fuera de escala; del mismo modo, una política de divulgación antártica tiene el desafío de contar que el territorio argentino en el continente blanco es diverso en su geografía, en su clima, en su biodiversidad y en su historia, y que sobre cada uno de estos aspectos nuestro país ejerce su soberanía a través de la Ciencia.
Un ejercicio recomendable para todos los medios argentinos, especialmente en el caso de los medios públicos, es seguir las redes sociales y canales de comunicación oficiales de los organismos públicos, universidades e institutos de investigación que trabajan sobre diversos aspectos de la Antártida; y para el caso de investigaciones extranjeras sobre territorio antártico argentino consultar en el Instituto Antártico Argentino porque es muy probable que haya una investigación nacional en el mismo sentido que amplíe o complemente esa información.
También es deseable que los comunicadores interesados en la actividad antártica entren en contacto con la Dirección Nacional del Antártico y la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería, para mantener una perspectiva actualizada de los asuntos que se debaten sobre la materia en los diversos foros internacionales.
Medios públicos y el ejercicio de la soberanía
La campaña antártica 2022/2023 incluyó, entre varios proyectos, tres iniciativas destinadas especialmente a la divulgación; un equipo de la productora Nudo registró todas las operaciones para la serie documental “Antártida: Tierra de Pioneros” que espera tener pantalla en los medios públicos, el periodista Marcelo Ayala condujo el “Panorama de Noticias” de Radio Nacional desde la Base Esperanza, en tanto que la Agencia Télam puso en marcha su “Corresponsalía Itinerante” que dio cuenta de la actividad de distintas bases argentinas.
Estos proyectos dan cuenta de la vocación de quienes diseñan las políticas antárticas argentinas por fortalecer la divulgación de esas actividades; el alcance federal de Radio Nacional y Télam hizo que esas noticias llegasen a medios locales en todas las provincias y también a agencias de noticias internacionales que replicaron algunos de estos contenidos.
Desde su responsabilidad en sostener un sistema de comunicación federal y garantizar la difusión de todas las políticas de estado, los medios públicos tienen la obligación de hacer a la Antártida parte de su agenda, pero los medios privados y todos los comunicadores argentinos tienen la responsabilidad ciudadana de informar sobre las actividades antárticas a los argentinos que por inaccesible pueden considerar ajeno un territorio en el que se trabaja e investiga sobre algunos de los problemas más urgentes de la Argentina y el planeta.
Desde el primer sello postal que se estampó en la oficina postal de la Isla Laurie en 1904, hasta los posteos en redes sociales de los antárticos que comenzaron a desplegar la Campaña 2023/2024 hay una constante de 120 años en la búsqueda de divulgar la actividad antártica, en donde la propia divulgación de vuelve en sí misma un acto de soberanía; ese es el llamado que el continente blanco le hace a todos los comunicadores argentinos.
Un primer paso en ese camino fue registrado en testimonios, ideas o historias publicadas en https://www.telam.com.ar/antartida.
Citas
[1] Periodista de la Agencia Télam y de los medios de la Universidad Nacional de Lanús