Revista Iberoamericana de Derecho, Cultura y Ambiente
RIDCA - Edición Nº5 - Filosofía del Derecho
Carlos Vera Bordaberry Zalazar. Director
15 de julio de 2024
De lo simple a lo complejo y transdisciplinario en la gerencia pública. Hacia una episteme transcompleja
Autora. María Alejandra Mancebo. Venezuela
Por María Alejandra Mancebo[1]
Con la osadía de quien se atreve a usar unos lentes nuevos para investigar la Gerencia, la Gerencia Publica y dado el primer paso de presentar un reto epistemológico sobre la concepción de esta y redefinirla bajo una consideración transdiciplinaria, resulta apropiado presentar un reporte argumental de la concepción de gerencia publica desde lo complejo y lo transdisciplinario, hacia una visión Transcompleja
Es que usar lentes distintos para estudiar la Gerencia Pública desde mi experiencia constituye una necesidad y hasta un clamor que los investigadores adeudan, de allí develo mi postura que la visión Transcompleja responde no solo a la realidad, sino que aborda esta desde los humano y espiritual. Y que necesario es la regencia oficial
Lo arriba afirmado guarda relación con De Sousa (2010) que señalo:
La injusticia social global está, por lo tanto, íntimamente unida a la injusticia cognitiva global. La batalla por la justicia social global debe, por lo tanto, ser también una batalla por la justicia cognitiva global. Para alcanzar el éxito, esta batalla requiere un nuevo tipo de pensamiento, un pensamiento post-abismal (p.37).
De allí que las organizaciones públicas que afrontan pugilatos a diario las lleva a que su hacer sea la incertidumbre y el caos, aspectos que circundan al hombre en esa organización los tiempos de cambios y adaptación imperativa les exige sobrevivir, la pregunta es porque ¿no vivir? Buscando respuestas a esa interrogante es supremamente necesario que se revienten diseños más flexibles al cambio y que este se produzca como consecuencia del aprendizaje de sus colaboradores. Esto trae como derivación la necesidad de generar condiciones en la gerencia publica que se atreva a reinventarse mediante un aprendizaje en equipo que envuelve el valor al accionar y por tanto a adaptabilidad al cambio con una amplia visión hacia la innovación. A este punto se considera oportuno hacer referencia a Lanz, (2001) quien expresa que: “Los nuevos enfoques sobre los procesos organizacionales se sitúan expresamente por encima de la lógica epistémica de las disciplinas. Esta óptica trastoca los fundamentos del viejo modo de pensar de la organización” (pp. 168).
En este sentido se infiere que el actual aprendizaje organizacional, como expresión postmoderna implica que las personas dentro de la organización publica o deban pensar transdisciplinariamente, es decir, más allá de lo convencional y preestablecido, dirigida a garantizar más que el cumplimiento de las normas de la organización, facilitar esa tan necesaria adecuación a los entornos cada vez más complejos, cambiantes e inciertos por parte de las mismas. En por ello que, las capacidades de la sociedad para adaptarse dependen cada vez más del conjunto de habilidades intelectuales, conocimientos y técnicas adquiridas, así como de los arqueos para resolver problemas que tengan sus miembros. Por tanto, se representa una necesidad de desertar ante lo tradicional y adaptase a nuevas tendencias gerenciales.
Ahora bien, es un desafío del gerente publico líder lograr que los asuntos se aborden desde un pensamiento complejo; por lo tanto, concibo que el aprendizaje organizacional bajo la perspectiva de la postmodernidad debe ser dinamizado por ese pensamiento complejo y transdisciplinario. Esto se torna complicado porque pone de manifiesto la dureza, apatía y deshumanización de la administración pública tan latente en nuestro presente histórico, el cual dista radicalmente de sus características pues representan un estado social de derecho y justicia. Siendo así la gerencia oficial frente a este panorama se hacen más complejas, no por su tamaño, estructura o poder, sino por su capacidad de creatividad, adaptación, respuestas e innovación frente a lo variado de lo que se le pide, humanidad.
Tal como lo expresa Cortés (2020) al rotular que existe una:
…deshumanización organizacional en donde se deja de reconocer a la persona como lo que es y a su vez, esa misma persona asume un rol de poder que tarde o temprano lo sobrepasa; sin embargo, lo asume y procura cumplir con lo que ello implica: “ser perfecto”. El gerente olvida su propia esencia y su propia naturaleza; una naturaleza que es dual y que consta tanto de eso que llamamos cualidades, como defectos. Ese gerente, inmerso en la presión que ejerce el mismo entorno, asume una máscara que resulte aceptada por los demás, y obviamente que esté construida a base de cualidades, únicamente. El problema resulta cuando el gerente termina identificándose con su máscara de humano perfecto que no se equivoca, pues en este punto resulta fácil ver los aciertos y los momentos de éxito, mientras que es casi imposible reconocer ese lado no tan positivo o incluso vergonzoso sobre sí mismo… (p.6).
Esa humanización que se relaciona con las arengas de la complejidad que a su vez se segmentan de diferentes disciplinas apreciando la incertidumbre, por ello la modernidad se expone como modos de pensar y de hacer, que en el marco de la racionalidad absoluta conllevó a que el fenómeno organizacional en general se pensara disciplinariamente: las personas dentro de la organización publica deben pensar más allá de lo expresamente planteado, de lo obvio, con la finalidad de adaptarse asertivamente al entorno cambiante e igualmente complejo de la sociedad en todos sus ámbitos, plena de transformaciones y nuevas tecnologías en el que el comportamiento humano se vuelve parte esencial de ese nuevo comportamiento organizacional en la búsqueda por mejorar todos los modelos productivos para garantizar el éxito. Es la concepción disciplinaria del mundo y de toda la realidad que en él se observa.
En menester destacar que la complejidad habitualmente refiere a dos situaciones bien concretas. Por un lado, al conjunto de características de lo que se encuentra conformado por muchos elementos se lo designa con la palabra complejidad. Por ello el pensamiento complejo se concibe como una perspectiva de apertura que muestra una visión compleja del mundo y no una visión unidimensional que explique la realidad. En tal sentido Morín (1996.), sostiene:
La complejidad ha vuelto a las ciencias por la misma vía por la que se había ido. El desarrollo mismo de la ciencia física, que se ocupaba de revelar el Orden impecable del mundo, su determinismo absoluto y perfecto, su obediencia a una Ley única y su constitución de una materia simple primigenia (el átomo), se ha abierto finalmente a la complejidad de lo real. Se ha descubierto en el universo físico un principio hemorrágico de degradación y de desorden (segundo principio de la Termodinámica); luego, en el supuesto lugar de la simplicidad física y lógica, se ha descubierto la extrema complejidad microfísica; la partícula no es un ladrillo primario, sino una frontera sobre una complejidad tal vez inconcebible; el cosmos no es una máquina perfectaganización (p.18).
Es decir, la complejidad está plenamente asociada a la palabra problema y quizás la razón de esto la encontremos en que casi siempre cuando un problema nos invade la atención, seguramente, para darle solución nos enfrentemos a la elección de entre varias soluciones variables y heterogéneas, hecho que remite a percibir varios elementos interrelacionados entre sí y que nos sitúa casi en un mismo contexto como el descrito en la primera definición de complejidad. Podemos decir entonces, que dentro de la complejidad el ser humano de hoy día se encuentra y se enfrenta con diferentes elementos, herramientas y servicios que le permiten, en mayor o menor medida, reducir al máximo la complejidad, entendida como dificultad claro está, que se les pueda presentar en algún aspecto de sus vidas.
Pues sin duda la gerencia pública debe accionar en una realidad compleja que responde a la incertidumbre donde se hace presente la globalización, las tecnologías de comunicación e información y la geopolítica
El reto que se presenta en cuanto a gerenciar en la administración pública como organizaciones transcomplejas donde es ineludible tener amplitud en el conocimiento, amplitud en el uso de los métodos y de los paradigmas; en la necesidad por parte de todos los que conforman la organización de aceptar y recurrir a cualquier creencia y/o disciplina, o grupo de ellas, que permita atender la realidad y adaptarse al entorno que, por demás, es cambiante, complejo e incierto, siendo la postmodernidad el paradigma fundamental que se presenta y desde el cual se puede pensar y hacer las organizaciones del mundo de hoy.
Lo que permite hacer mención a Ugas (2008) que expresa:
La transdisciplinariedad se interesa en la dinámica que se engendra por la acción simultánea de varios niveles de la realidad. Esa dinámica pasa necesariamente por el conocimiento disciplinario. Los pilares de la transdisciplinariedad (los niveles de la realidad, la lógica del tercero incluido y la complejidad) determinan la metodología de la investigación transdisciplinaria (p.91).
Por lo tanto, puedo inferir que esa visión de la organización publica como Transcompleja sería la búsqueda de una solución utilizando alternativas, a través de un enfoque más allá de lo que se está acostumbrado para el logro de los objetivos y el buen manejo de los diferentes recursos que requiera la organización, que se consolida con Arana (2016) que indica:
La transcomplejidad es una perspectiva epistemológica que integra los postulados de la teoría del pensamiento complejo (Morín, 1996) y de la transdisciplinariedad (Basarab, 1996) la cual se encuentra inmersa en diversos meta-dominios del conocimiento donde confluyen psicología, antropología, política, espiritualidad, lingüística, ecología, economía, historia, filosofía, entre otras (p. 44).
Partiendo de esta idea hay que tener presente que los gerentes públicos son los que manejan los recursos y por lo tanto, es el que mueve la organización o empresa pública, hacia la dirección correcta o no; colocando en práctica sus conocimientos, estudiando las experiencias de la organización, tomando las decisiones para el futuro, que es lo que forma un presente estable y exitosa o todo lo contrario.
Este gerente deberá manejar la ética, moralidad, legalidad, el ambiente de trabajo, los recursos (humanos, financieros, tecnológicas y materiales), socioculturales, psicológicas, políticas, la globalización, entre muchos otros factores no solo internos que puedan perjudicar a la organización sino también los externos. El gerente tiene que realizar una planificación utilizando métodos y técnicas innovadoras, originales y modernas adaptándola a la realidad, necesidades y situaciones que se le presenten a la organización, esta se denominaría como una visión transcompleja., siendo propicio subrayar a González 2014) que indica:
Las organizaciones, ahora se les denomina Trans-complejas porque desde su visión y misión son capaces de crear y recrear ética, moral y legalmente alternativas para el manejo adaptativo de los recursos, el estudio de las experiencias de la organización, la toma de las decisiones para el futuro, reflejando su éxito en la competencia, lo que es demarcado por el efecto producido por factores socioculturales, psicológicos, políticos, e inclusive, hasta por el mismo proceso de globalización, entre otros, dentro de una realidad cambiante, incierta, compleja al igual que la presión de sus necesidades (p.236).
La postura de Rigoberto Lanz se fundamenta en la crisis de la modernidad y de saberes modernos, caracterizada por la agonía de categorías básicas de la modernidad: razón, sujeto, progreso, historia, método científico, por el desplazamiento cultural, las mutaciones cognitivas, las revoluciones en todas las esferas, entre otros. En su lugar, plantea el sociólogo y escritor que solo mediante una óptica posmoderna, transcompleja y multidisciplinaria se puede crear conocimiento y construir una adecuada plataforma para pensar los problemas de la humanidad agonística´.
Por otro lado, puedo señalar que, para hablar de la Transcomplejidad, es necesario considerar la posición de Morín y su paradigma de la complejidad (2001), donde establece diferencias importantes entre la recursividad y la redundancia para referirse, en el primer caso, a procesos de cambio y transformación y, en el segundo, a procesos de reproducción organizacional dinamizados por equilibrios e inestabilidades. De igual modo se debe considerar necesario aclarar otros términos, y ello nos conduce a expresar que la gerencia publica corresponde a la actividad que se desarrolle en procura de modificar, alterar o reorientar el desempeño o comportamiento de una institución pública , sin embargo no podemos dejar de llamar la postura de Drucker (1999) en su libro «Los desafíos de la gerencia para el siglo XXI» define la gerencia como » Todo aquello que afecta el desempeño de la institución y sus resultados sean en el interior o en el exterior, encuéntrese bajo el control de la institución o totalmente fuera de él” (p.57).}
Ellos nos hacen con esa visión dirigirnos a la preocupación de los gerentes públicos transcomplejos (el que va más allá o del otro lado, a través de…) es el mantenimiento efectivo del equilibrio entre el capital, la tecnología, las finanzas y el recurso o talento humano (el creador y operario de los procedimientos para la producción), donde la clave operativa es el compromiso, no la obligación para una vida socio económica justa y digna del “ser humano” que crea y produce en la organización.
Desde mii intersubjetividad el hacer en la gerencia publica es complejo y su vivir más, de allí que para apreciar la complejidad de la organización oficial exige ver lo multidinámico , las estrategias… , de ello el pensamiento transdisciplinario se logra a partir de la capacidad de la sociedad para adaptarse dependiendo cada vez más del conjunto de habilidades intelectuales, conocimientos y técnicas adquiridas, así como de las capacidades para resolver problemas por parte de todos los miembros del componente humano que allí socializa e interactúa. Cuando se analiza la complejidad se percibe un paulatino proceso de derrumbe paradigmático (el de la modernidad) iniciado desde hace casi cien años, y que hoy toma cuerpo para convertirse en una nueva visión del mundo.
Ahora bien, el colofón de la transdisciplinariedad es difundirse, su intención es descollar el fraccionamiento del conocimiento que irradian las disciplinas para dar paso al talento humano, sus conocimientos, sentires e inquietudes.
En este sentido, Nicolescu (2006) expresa que la transdisciplinariedad, consiste como el prefijo “trans” lo indica, a lo que está a la vez entre, a través y más allá de toda disciplina. Su objetivo o finalidad es la comprensión del mundo actual, donde uno de sus imperativos es la unidad del conocimiento
Por tanto, la función de la organización Transcompleja, la organización publica de hoy, es poner el conocimiento a trabajar como herramienta, productos y procesos, en el diseño del trabajo como tal, en el conocimiento mismo. Esto es lo que cambia rápidamente porque las certezas de hoy, de mañana y siempre se vuelven insuficientes o simplemente nunca lo fueron: todo está en duda o cambia rápidamente. En la sociedad, en sus organizaciones productivas y competitivas, cualquiera que tenga un conocimiento tendrá que ponerlo en práctica en beneficio de la organización y su entorno, obligándose a sí misma a adquirir nuevos conocimientos.
Finalmente, como elementos importantes considerados dentro de esta investigación está el referido a que, en una organización, se pudiese hablar de tres elementos esenciales el primero referido al momento inspirador aquí enfocamos al pensamiento complejo estudiando así los vínculos de esa complejidad. El segundo es el momento motivador aquí necesariamente tendremos que ubicar a una persona muy importante en la organización como lo es el gerente (todos nosotros (. Ya que debemos ser nosotros personas responsables dentro de la organización. Por ultimo estaría el momento productivo que es parte fundamental en todo este proceso.
El desafío que se presenta en cuanto al desarrollo de las organizaciones Transcompleja en la gerencia publica está contextualizado en la necesidad de tener amplitud en el conocimiento, amplitud en el uso de los métodos y de los paradigmas; en la necesidad por parte de todos los que conforman la organización de aceptar y recurrir a cualquier creencia y/o disciplina, o grupo de ellas, que permita atender la realidad y adaptarse al entorno que, por demás, es cambiante, complejo e incierto, siendo la postmodernidad el paradigma fundamental que se presenta y desde el cual se puede pensar y hacer dde lo complejo y la transdiciplinaria en la Gerencia Pública con una visión Transcompleja
REFERENCIAS
Arana, M. (2016). Percepción Epistemológica de la Transcomplejidad. Ensayos de Investigación Científica. (Revista en Línea), Vol. 1. N° 2, Disponible: http://es.calameo.com/read/0054037354a659ced61fc
Balza,A (2021). Gerencia transparadigmática en organizaciones transcomplejas.
Apuntes desde la transmodernidad cultural. Fondo Editorial Red de Investigadores de laTranscomplejidad. FEREDIT
Cortés, J (2020). Desarrollo Personal en los líderes: ¿para qué? https://www.linkedin.com/pulse/desarrollo-personal-en-los-l%C3%ADderes-para-qu%C3%A9-juliana-cort%C3%A9s-g%C3%B3mez/?originalSubdomain=es
De Sousa Santos, B. (2010). Descolonizar El Saber, Reinventar El Poder. Uruguay: Ediciones Trilce.
Drucker (2001), Drucker, P. (2003). La gerencia en la sociedad del futuro. Colombia. Norma
González, M. (2014). Las organizaciones trans-complejas: del conocimiento a la toma de decisiones Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, vol. XX, núm. 1, enero-junio, 2014, Universidad Central de Venezuela Caracas, Venezuela.
Lanz, R. (2001). Organizaciones Transcomplejas. Imposmo, Caracas.
Lanz, R. (2001). Diez tesis sobre cultura organizacional transcompleja. En R. Lanz
(comp.) Organizaciones Transcomplejas (pp. 161-173). Caracas: IMPOSMO-CONICIT.
Morín, E. (1996). Introducción al Pensamiento Complejo. Barcelona Gedisa.
Nicolescu, B. (2006). La Transdisciplinariedad. Manifiesto, Mónaco: Editions du Rocher. Disponible en http://basarab.nicolescu.perso.sfr.fr/ciret/espagnol/visiones.htm
Ugas, G. (2008). La Complejidad: Un Modo de Pensar. Venezuela: Ediciones del Taller Permanente de Estudios Epistemológicos de las Ciencias Sociales
[1] PH en Gerencia Transcompleja, Doctora en Gerencia, diversas maestrías y especialidades. Ex funcionaria pública por 25 años. Cofundadora de Cata Jurídica con Tacones. Docente Universitaria Conferencista Nacional e Internacional. Consultora Jurídica. Vicepresidenta del Capitulo Venezuela del Colegio Internacional de Estudios Jurídicos de Excelencia Ejecutiva / CIDEJhttps://orcid.org/0000-0002-0208-0134