Revista Iberoamericana de Derecho, Cultura y Ambiente

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RIDCA - Edición Nº7 - Derecho Antártico. Gestión y Geopolítica del Atlántico Sur

GB (R) Edgar F. Calandín. Director

Marzo de 2025

El agua. Cambio climático. Caso particular Base Antártica Conjunta Marambio

Autora. Noemi Ethel Troche. Argentina

Por Noemi Ethel Troche[1]

 

  1. INTRODUCCIÓN:

El agua es un recurso natural que se encuentra disponible en el planeta en diferentes estados: líquido, gaseoso y sólido. El agua como tal la conocemos la encontramos en su estado líquido, es la que fluye por ríos, mares, lagunas, etc., en su estado sólido la observamos en el hielo (granizo, nieve) y luego, el vapor de agua es su estado gaseoso.

Es un recurso fundamental y esencial para el desarrollo de la vida y tiene un determinado ciclo hidrológico (Fig. 1 y 2) en el planeta para mantener el equilibrio hídrico del mismo.

El ciclo del agua consiste en el proceso a través del cual el agua proveniente de la tierra y el mar se evapora y finalmente regresa al planeta en forma de lluvia y nieve.

Con la intervención del hombre (era industrial) favoreciendo la acentuación del cambio climático este proceso se vió alterado en la mayoría de sus etapas fundamentales para el buen funcionamiento del ecosistema.

Las consecuencias de estas alteraciones las encontramos en el suministro de agua potable, la producción de alimentos o las catástrofes naturales, afectando principalmente a las poblaciones más carenciadas económicamente.

La Antártida, si bien se la conoce como que es la reserva más importante de agua dulce del mundo acumulada en sus glaciares milenarios, el calentamiento gradual del planeta también afecta esta zona con el derretimiento de los mismos y la disminución en la formación de hielo en sus mares circundantes, impactan registrando menores superficies cubiertas en los últimos años (Fig. 3).

En la Base Antártica Conjunta Marambio particularmente, se ha observado el decrecimiento en cuanto a su régimen de precipitación nívea en los últimos años.

2. DESARROLLO

El agua es un líquido, inodoro, insípido e incoloro. Si bien es un recurso natural y disponible en todo el planeta, hay muchas poblaciones, de acuerdo a su situación geográfica, que se encuentran con la problemática de no disponer de agua potable y de las condiciones de saneamiento básicas indispensables para el desarrollo de la vida y el mantenimiento de los ecosistemas.

La escasez de agua puede generar inestabilidad en los gobiernos e influenciar a un Estado con déficit de esta, a que se pueda intentar obtener cierta cantidad de agua desde lugares o reservorios protegidos como lo sería el área Antártica.

La Antártida, de acuerdo con el Tratado Antártico vigente desde aproximadamente 1960, es un área destinada con fines pacíficos a la investigación científica, en la cual gran parte de los países miembros del Tratado Antártico poseen asentamientos temporales ó durante un año, destinados a la investigación científica y a mantener su soberanía en ese territorio.

Esta colaboración internacional científica tiene una importancia fundamental debido a la contribución de investigaciones científicas en diversas temáticas proporcionada de forma global y regional en libertad, en beneficio de toda la humanidad.

El Tratado Antártico regula las actividades llevadas a cabo en cada uno de estos asentamientos, las cuales periódicamente son supervisados e inspeccionados por los miembros de este.

El Tratado Antártico prohíbe, entre otros temas, la explotación comercial de los recursos naturales y minerales del área antártica. Esto es ratificado por el Protocolo de Madrid, firmado en 1991 y en vigencia a partir de 1998, documento en el cual se amplía la protección del medio ambiente y de los ecosistemas dependientes o asociados, y establece que cualquier actividad con recursos minerales, estará prohibida.

El Protocolo de Madrid designa a la Antártida como una “reserva natural, consagrada a la paz y a la ciencia”.

El agua es un mineral con lo cual no se debería utilizar para mitigar la escasez de la misma en el resto del mundo.

Según lo siguiente:

“En el mundo, aunque en los hechos no consiga apreciarse esa realidad, existe agua dulce suficiente y apta para el consumo humano, para garantizar su disponibilidad a toda la población.

Sin embargo, la forma en que se la distribuye no es la adecuada y se estima que para el año 2050 al menos un 25% de la población mundial viva en zonas con escasez crónica y reiterada de agua dulce.

El hambre y la desnutrición se agravan con motivo de la sequía que afecta a algunos de los países más pobres del mundo y la falta de recursos hídricos, la pésima calidad del agua y el saneamiento inadecuado perjudican la seguridad alimentaria, los medios de subsistencia y la oportunidad de educación para las familias pobres en todo el mundo.” (Derecho Penal Ambiental. Lester-Crea) es posible, que, en un futuro, alguna de estas naciones con carencia de agua potable para sus ciudadanos, podría verse inclinada a recurrir al mayor reservorio de agua dulce del mundo: la Antártida.

En la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, también conocidos como Objetivos Globales fueron adoptados por las Naciones Unidas en 2015 como un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad.

El Objetivo 6: Agua limpia y saneamiento, Refiere que “cada vez más países están experimentando estrés hídrico, y el aumento de las sequías y la desertificación ya está empeorando estas tendencias. Se estima que al menos una de cada cuatro personas se verá afectada por escasez recurrente de agua para 2050.”

En el año 2015 todos los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas y el planeta en el cual se engloban los 17 ODS.

La Agenda 2030 busca alcanzar una prosperidad que sea, al mismo tiempo, respetuosa con el planeta y sus habitantes.

3. DERECHO AL AGUA

El agua, un bien abundante y venerado por su capacidad de dar vida, se ha convertido en un recurso escaso.

El cambio climático ha conducido a una alteración en los niveles de lluvia, agudizando la escasez en aquellas regiones que ya experimentaban ese problema. Por si fuera poco, el deshielo de los glaciales es acelerado y muchos de ellos ubicados en el Asia Central podrían desaparecer para el año 2100, lo que afectaría negativamente la vida en la región.

La degradación de los suelos por la tala indiscriminada de bosques (en América Latina) favorece a la acentuación de sequías y a nó mantenerse el equilibrio del agua en el sistema TIERRA-ATMÓSFERA, lo que contribuye a pérdidas económicas importantes y fundamentalmente a que millones de sus habitantes no tengan acceso a agua potable.

En la región centroamericana la disponibilidad de agua potable per cápita bajó un 62% en los últimos cincuenta años, dos de cada cinco personas no cuentan con acceso a líquido potable, y sólo un tercio posee conexión a sistemas de saneamiento.

El agua es una necesidad humana indispensable para la vida, esencial para vivir con dignidad. Sin agua no hay vida posible. Se trata de un derecho humano personalísimo, que debe ser acatado por cualquier sociedad y todo Estado.

El derecho a acceder al agua encuadra dentro de la categoría de Derechos Humanos, al menos como presupuesto o desarrollo de distintos derechos reconocidos en los acuerdos internacionales, tales como el derecho a la vida, salud, calidad de vida, domicilio, vida privada, alimentación adecuada, entre otros.  Discutir si el derecho al agua es un derecho humano autónomo, o accesorio de otro derecho principal, carece de sentido y se torna en una discusión innecesaria, pues en ambos casos será objeto de protección por parte del derecho.

El agua no puede ser vista de manera aislada de los demás recursos que le dan sustento, como lo son bosques y suelos, lo que le da una dimensión integradora en el desenvolvimiento de la totalidad de los ecosistemas.

El derecho al agua adquiere otro contenido, debe satisfacer otras necesidades igualmente esenciales. Debe cumplir servicios y fines ambientales que son imprescindibles para el mantenimiento de la biodiversidad y de los ecosistemas, como, por ejemplo, el mantenimiento de caudales mínimos de estiajes en cursos de agua; los aportes mínimos para el mantenimiento de humedales conforme a la Convención Ramsar; conservación de la flora y la fauna ictícola en pantanos y embalses manteniendo niveles operativos mínimos.

De esta forma, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Comité DESC)en su Observación General número 15, definió el derecho humano al agua como:

“El derecho humano al agua es el derecho de todos a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico

Definición similar adopta la Organización Mundial de la Salud:

“Derecho a un acceso al agua de suficiente limpieza y en suficiente cantidad para satisfacer las necesidades humanas, incluyendo entre ellas, como mínimo, las relativas a bebida, baño, limpieza, cocina y saneamiento.”

El agua para la ingesta humana debe ser potable, o sea, libre de sustancias peligrosas para la salud, para los demás usos, el agua no necesariamente debe ser potable. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, de 50 a 100 litros diarios por persona son suficientes para cubrir las necesidades básicas, estableciendo 20 litros de agua potable por persona como la cantidad mínima por debajo de la cual se entiende que no existe un abastecimiento de agua digno.

En esencia, el agua, desde un punto de vista económico y ecológico, es un bien preciado, puesto que es indispensable para cualquier actividad humana (industrial, agrícola, doméstica, comercial, servicios, etc.), como fuente de energía, materia prima, vía de transporte, soporte de actividades recreativas y elemento constitutivo para el mantenimiento de los ecosistemas naturales…”

De conformidad con la Resolución 70/169 de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 17 de diciembre de 2015, en virtud del derecho humano al agua potable, toda persona, sin discriminación, tiene derecho a agua suficiente, salubre, aceptable, físicamente accesible y asequible para uso personal y doméstico, mientras que en virtud del derecho humano al saneamiento, toda persona, sin discriminación, tiene derecho al acceso, desde el punto de vista físico y económico, en todas las esferas dela vida, a un saneamiento que sea salubre, higiénico, seguro, social y culturalmente aceptable y que proporcione intimidad y garantice la dignidad, al tiempo que reafirma que ambos derechos son componentes del derecho a un nivel de vida adecuado.

Todas las personas tienen derecho al agua. El Estado crea las condiciones para garantizar el acceso al agua potable y a su saneamiento, con la debida retribución y uso racional”

3. CAMBIO CLIMÁTICO. ¿CÓMO NOS AFECTA?

Cambio climático es el término utilizado para describir los cambios en el estado del clima que pueden identificarse por cambios en el promedio y/o la variabilidad de sus propiedades y que persisten durante un período prolongado, típicamente décadas o más.

El cambio climático ya se evidencia entre nosotros, las generaciones futuras son las que recibirán el mayor impacto si en la actualidad no tomamos medidas particulares y políticas de Estado que contribuyan a mitigar sus efectos nocivos.

Las principales causas son las siguientes:

  • Emisiones de Gases de Efecto Invernadero
  • Deforestación
  • Agricultura y Ganadería
  • Procesos Industriales y Residuos
  • Fuentes Antropogénicas
  • Mecanismos Naturales

Las consecuencias que produce son:

  • Aumento de la temperatura global: La temperatura media global en 2023 fue aproximadamente 1,45 °C superior a la media del período 1850-1900 (OMM).
  • Derretimiento de glaciares y capas de hielo
  • Eventos meteorológicos extremos (más extremos y más frecuentes)
  • Impacto en los ecosistemas
  • Impactos en la salud humana

La evidencia de que el Cambio Climático está ocurriendo, la podemos determinar a través de estas observaciones:

  • El océano se está calentando
  • Las capas de hielo se están reduciendo
  • Los glaciares están desapareciendo
  • La capa de nieve está disminuyendo
  • El nivel del mar está aumentando: El nivel global del mar aumentó hasta alcanzar un nuevo máximo en 2023, 110 mm (4,3 pulgadas), desde el comienzo de la medición altimétrica por satélite en 1993 (OMM).
  • El hielo marino del Ártico está disminuyendo
  • Los eventos extremos están aumentando en frecuencia
  • La acidificación de los océanos está aumentando

Las estrategias de mitigación se centran en reducir o prevenir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI, por medio de la implementación de:

  • Energías Renovables
  • Eficiencia Energética
  • Captura y Almacenamiento de Carbono
  • Reforestación y Manejo Sostenible de Bosques

¿Cómo se puede mitigar el Cambio Climático? A través de políticas de Estado y regulaciones/acuerdos Internacionales que abarquen esta problemática:

  • Protocolo de Kioto
  • Acuerdo de París
  • Objetivos de Desarrollo Sostenible

También con la participación y acción comunitaria:

  • Educación y Concienciación
  • Movimientos y Activismo Climático
  • Innovación y Tecnologías Emergentes

La Antártida resulta una región clave para la observación y análisis de las tendencias globales.

Desde fines del siglo pasado, el cambio climático se construye como asunto urgente a escala global. En los últimos veinte años tuvo mayor notoriedad en los debates políticos contemporáneos y los Estados incorporaron progresivamente estructuras institucionales relativas a la gestión del ambiente.

Muchos gobiernos buscan legislar esta problemática a través de políticas públicas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero e implementar medidas de adaptación. Esto implicaría principalmente, la explotación de recursos hidrocarburíferos no renovables, la deforestación, la destrucción de ecosistemas y la quema de materiales que emiten gases, se suelen presentar como las causantes que generan el aumento de la temperatura media global.

El cambio climático implica una multidimensionalidad específica que demanda articulaciones creativas entre la ciencia, la política y la cultura. Ninguna disciplina por si sola puede dar una respuesta completa a este problema, como tampoco se pueden realizar esfuerzos aislados sin integración de las escalas local, regional y global.

El cambio climático no es una fuerza de origen “natural” sin relación alguna con la actividad humana, sino que constituye un problema urgente de carácter global, íntimamente asociado a las formas sociales de habitar, consumir y reproducirse en la actualidad.

Existen evidencias confiables de la perdida de hielo marino a partir de 1950; es muy probable que la influencia humana haya contribuido al derretimiento superficial del manto de hielo de Groenlandia observado en las últimas dos décadas, pero solo se dispone de evidencias limitadas, de la influencia humana en la pérdida de masa del manto de hielo de la Antártida.

En la Antártida se registran mediciones de temperatura, en gradual ascenso, desde 1950.

Al respecto, en mayo de 2023, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) manifestó su preocupación por la disminución del hielo marino y el deshielo de glaciares, dados los peligros relacionados con el agua, la seguridad hídrica, las economías y los ecosistemas que pueden desencadenarse.

Estudiar estos cambios permite analizar la situación actual y las tendencias globales proyectadas para las próximas décadas. Los modelos climáticos y estadísticos de temperaturas registradas de forma sistemática y consecutiva durante extensos periodos de tiempo son indicadores claves para analizar cuál es la relación entre la acción humana, los patrones de producción y consumo y la modificación del ambiente.

Esto resulta posible gracias a la continuidad de las mediciones meteorológicas en condiciones extremas realizadas por personal profesional, que participa cumpliendo tareas científico técnicas en las estaciones argentinas de la Antártida dependientes del Servicio Meteorológico Nacional.

Las mediciones atmosféricas realizadas en las diferentes estaciones antárticas, desde el año 1904, permiten evidenciar el impacto del cambio climático a partir del aumento de la temperatura (FIG 4). Pero este no es el único indicador con el que contamos para dar cuenta delos cambios observados en esta región del globo.

En nuestro país, el Instituto Antártico Argentino (IAA) junto a la Dirección Nacional del Antártico (DNA)son los responsables de coordinar las acciones y estudios desplegados en el continente blanco, garantizar el cumplimiento del Tratado Antártico, promover la conservación biológica y marina, mitigar los efectos de la acción humana y estimar los cambios físicos y químicos que se prevén para el futuro en toda esa región.

Otra línea de investigación prioritaria se centra en la alta atmosfera para el estudio del adelgazamiento de la capa de ozono y los efectos asociados.

La Península Antártica es una región crítica de aumento de temperatura. Algunos temas de investigación buscan estudiar, si en las últimas décadas se ha evidenciado un cambio en el tipo de precipitación solida hacia una precipitación en forma líquida, lo cual tendría un efecto en el tiempo de permanencia de la nieve. Asimismo, comprender los cambios en la cobertura del suelo en la Península Antártica a través del análisis de las plantas nos brinda indicadores para comprender mejor el cambio climático.

Los reportes oficiales del Estado del Clima global elaborados por la OMM confirman que el hielo marino de la Antártida se encuentra en los niveles más bajos desde que se disponen de registros sistemáticos y confiables, llegando a mínimos históricos en 2023.

Resulta así que el frio antártico ya no es lo suficientemente frio para mantener los glaciares tal como existieron durante decenas de miles de años. Esto nos obliga a repensar y actuar de modo urgente para que sea posible revertir una tendencia de la cual ya no es posible dudar.

4. CASO PARTICULAR-PRECIPITACIÓN REGISTRADA EN MARAMBIO.

En la B.A.C Marambio se obtiene el agua a través del deshielo natural que se produce en el verano, realizando canales y chorrillos de escurrimiento que están orientados hacia dos lagunas artificiales que recepcionan permanentemente este preciado líquido.

Se debe cuidar y estar atentos a que estas pequeñas lagunas no se desborden para evitar el desperdicio y pérdida del agua. Luego, mediante un sistema de cañerías, envueltas en cintas calefactoras, se traslada y almacena en 4 cisternas, para ser luego derivada a cada dependencia del alojamiento principal y otras.

Para que sea potable y óptima para el consumo, esta agua recibe un tratamiento específico, con filtros y determinados químicos. Y luego de este procedimiento, la encontramos en los distintos dispensers para su consumo normal. El agua destinada al baño, duchas y lavado de ropa no es potable.

Esta actividad se realiza con temperaturas mayores a 12°C bajo cero, ya que el bombeo de esta, si las temperaturas son inferiores, es imposible. Cuando se avanza en el calendario y las temperaturas comienzan a ser más extremas, se utiliza el sistema de derretidor de nieve, para lo cual se traslada nieve que se encuentra en las cercanías al lugar, de zonas limpias y se descarta la nieve expuesta ó contigua a descargas cloacales, contaminación por combustibles y aceites, sometida al paso de vehículos, cercana a la presencia de animales, etc.

Es trasladada con maquinarias de carga para tal fin mientras que el personal designado, ayuda a volcar la misma dentro del derretidor. Esta maniobra se tiene muy en cuenta ya que origina un consumo importante de energía y por ende de combustible.

La concientización en el uso racional del agua es un aspecto fundamental, no solamente para el personal que inverna, sino también para el personal transitorio y/o integrantes de las campañas de verano.

En los últimos años los registros de precipitación de nieve han disminuido. De un régimen climatológico medio 2001-2010, aproximado de 350 a 400 mm anuales, hoy en día se tiene un valor de 150mm en lo que ha transcurrido del año 2024, de acuerdo con lo observado en el gráfico de la FIG 5, 6 y 7.

En Marambio, no es posible acceder al agua del mar ya que es una meseta que se encuentra a 200mts sobre el nivel del mar por lo cual es dificultoso obtener agua dulce a través de los témpanos que llegan a sus costas ó bien realizar un procedimiento para transformar el agua salada en potable, como sería el caso de otras bases que podrían contar con este sistema alternativo de obtención de agua.

5. CONCLUSIÓN

El agua es un recurso natural, fundamental para el desarrollo de la vida y los ecosistemas. El agua es esencial para vivir con dignidad. Sin agua no hay vida posible. Se trata de un derecho humano personalísimo, resulta ser una condición esencial, previa, que condiciona la existencia y el ejercicio de cualquier otro derecho humano.

De acuerdo con la Organización Meteorológica Internacional, alrededor de 34 países van a experimentar serias dificultades de aprovisionamiento para el año 2025. En la actualidad cerca de 29 países ya sufren de escasez de agua moderada o severa. El número de personas que viven en países que sufren escasez va a aumentar de unos 132 millones a unos 653 millones en el año 2025, lo que representará entre un 13% y un 20% de la población mundial.

Se estima que el 40% de la población mundial vive en zonas vulnerables a inundaciones y a la elevación del nivel del mar. El cambio climático ha conducido a una alteración en los niveles de lluvia, agudizando la escasez en aquellas regiones que ya experimentaban ese problema. Por si fuera poco, el deshielo de los glaciares es acelerado y muchos de ellos ubicados en el Asia Central podrían desaparecer para el año 2100, lo que afectaría negativamente la vida en la región.

Las consecuencias del cambio climático se visibilizan en forma alarmante y repercuten a nivel global, afectando, no sólo a sus propios ecosistemas, sino también a la circulación oceánica y atmosférica mundial. La disminución de las capas de hielo contribuye a la elevación del nivel del mar, por lo que podrían desaparecer bajo el agua, ciudades costeras enteras. Esto acarrearía migraciones y desestabilización económica, además de la alteración ecosistémica y del equilibrio biológico planetario.

Particularmente, en la B.A.C. Marambio, la disminución progresiva en la cantidad de milímetros acumulados de nieve/lluvia, serían a futuro una problemática a tener en cuenta. Quizás esto pueda salvarse parcialmente si se construye una tercera laguna, que recaude agua del deshielo durante el verano. Aunque la situación seria crítica en los meses de invierno con temperaturas extremas frías y sin contar con otro método alternativo para la obtención de agua potable.

Bibliografía consultada:

  • LA AGENDA 2030 Y LOS 17 OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE. María Florencia Pinedo
  • DERECHO PENAL AMBIENTAL. Lester-Crea.
  • JORNADA EN CONMEMORACIÓN DÍA MUNDIAL DEL AGUA. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=4ttb5Y21Fzg
  • CONFERENCIA “CALENTAMIENTO GLOBAL”. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=TI6Z2PALzzM
  • SISTEMA DEL TRATADO ANTÁRTICO Y RÉGIMEN DE PROTECCIÓN AMBIENTAL. Por Mariano Damián Ferro
  • DERECHO HUMANO AL AGUA. Mario Peña Chacón. Consultor Legal ambiental
  • http://hdl.handle.net/20.500.12160/2646pdf (5.076Mb)
  • https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/sites/3/2020/07/SROCC_SPM_es.pdf
  • LA GESTIÓN POLAR AMBIENTAL EN EL MARCO DE LOS DERECHOS HUMANOS. Por Javier A. Crea y María de los Ángeles Berretino.

Citas

[1] Analista Científico en el Área de Proyectos Antárticos del Servicio Meteorológico Nacional. Meteoróloga Aeronáutica y Antártica. Meteoróloga Sinóptica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires.   Diplomada en Derecho Ambiental Antártico en la Universidad de Morón-AIDCA. Ha realizado Cursos de Formación Profesional Continua otorgados por el Servicio Meteorológico Nacional: Nefoanálisis, Radar, Satélites Meteorológicos, Nieblas, Turbulencia, Sistema de Alerta Temprana, entre otros. Servicios Meteorológicos Marinos I, de la Organización Meteorológica Mundial

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