Revista Iberoamericana de Derecho, Cultura y Ambiente
RIDCA - Edición Nº4 - Derecho Penal y Criminología
Karen Chaparro Martínez - Nicolás A. Vasiliev - Dora A. Mayoral Villanueva. Directores
20 de diciembre de 2023
Breve análisis del caso del feminicida caníbal de Atizapán, México, desde la teoría del autocontrol
Autora. Deyanira Trinidad Álvarez Villajuana. México
Por Deyanira Trinidad Álvarez Villajuana[1]
“Se mata a las mujeres porque se puede y no pasa nada”, las revelaciones detrás de “Caníbal: indignación total”,
Andrés Filomeno Mendoza
Desde el paradigma criminológico científico, en el cual, podría encuadrarse una de las teorías criminológicas más interesantes para quien suscribe, denominada Teoría del Autocontrol, propuesta en 1990, por los estadounidenses Michael Gottfredson y Travis Hirschi, Andrés F, actuó de esa forma, porque careció de dominio propio o en términos de los autores, de una inhibición de un impulso para obtener gratificación inmediata al servicio de objetivos a largo plazo y de orden superior. Esta teoría señala que la falta de autocontrol individual es el factor principal que explica la aparición del comportamiento criminal (Yañez, G. y López, R. 2022). Andrés F, acabó con la vida de más de 30 mujeres de una forma despiadada y en total impunidad durante más de 40 años, accediendo a ellas, bajo la apariencia de un tranquilo y amable señor adulto mayor, quien inclusive, comía y convivía con la familia de las víctimas, ganándose su confianza. A continuación, se comparte una síntesis del caso, mismo que se tomará como base para el análisis posterior:
El día 18 de marzo de 2022, se sentenció a prisión vitalicia a Andrés F., de 73 años, por el asesinato de Reyna González, su última víctima, tras ser encontrada por su esposo en el domicilio del citado Andrés. En la casa del asesino, se encontraba un sótano conocido como el “sótano de los horrores”, en el cual se hallaron más de 4 mil 300 huesos, identificándose hasta el año 2022, a 19 víctimas, considerando las autoridades que esa cifra podría llegar a 60, debido a las partes óseas identificables y múltiples. Andrés F. devoraba a sus víctimas, las destazaba, las filmaba, les tomaba fotografías, y además le regalaba la carne de las mujeres a sus vecinos. Él permaneció impune durante décadas, poniendo de manifiesto la deficiencia de la autoridad en materia de investigación criminal en México, durante años, al menos, en ese caso, pues existieron diversos gobernantes del país, las mujeres desaparecían y nadie hallaba al responsable, hasta que el esposo de la última víctima, hizo lo propio y la impunidad concluyó. En la casa de Andrés F., se encontraron las credenciales de elector de tres mujeres, cuyos nombres eran: Flor Nínive Vizcaíno, Rubicela Gallegos Castillo y Reyna González Amador. Al entrevistar a Andrés F., acerca de porqué elegía y mataba a determinado tipo de mujeres, él respondió que las elegía por bonitas, pero las mataba porque ellas lo rechazaban. Debido a ello, él trataba de conservar sus rostros, los cuales cortaba con sumo cuidado incluido su cuero cabelludo, teniendo práctica con ello, ya que trabajó como carnicero por años. Como un sello característico, a todas las apuñalaba en el corazón (Sánchez, N. 2021).
La teoría elegida para el análisis breve del caso es la del autocontrol, cuyos elementos han sido probados en múltiples estudios a nivel mundial, contando con validaciones en los ámbitos de la criminología, la neurobiología, la psicología, la sociología, la crianza parental, entre otras (Yañez, G. y López, R. 2022). El autocontrol se relaciona directamente con el crimen, hecho que captó el interés de pensadores como Sócrates, Platón, Aristóteles, Freud y James. Un ejemplo de estudios recientes realizados en materia, desde el área de especialidad de quien suscribe, son los experimentos de malvaviscos de Walter Mischel y sus colegas de la década de 1960. Este test, también conocido como el Test de la Golosina, se realizó a niños en etapa preescolar de una guardería de la Universidad de Stanford. Dicha prueba consistía en llevar a un niño a una habitación en donde se encontraba una golosina (nube de azúcar o Marshmallow en inglés), expresándole que, si era capaz de resistir la tentación y no se la comía, durante 15 minutos, al terminar ese tiempo, podría obtener no solo una sino dos golosinas. El objetivo del estudio era identificar las estrategias cognitivas y los mecanismos mentales específicos, así como los cambios en el desarrollo que posibilitan la demora de la gratificación, es decir, analizar el autocontrol. Los resultados de la investigación a corto plazo, manifestaron que los niños más grandes, de 4 a 6 años, tendían a demorar más la gratificación, con respecto a los más pequeños. Ello, debido al funcionamiento de su función cognitiva de tipo ejecutiva, propia de los cerebros más maduros. En síntesis, la investigación se centró en hallar las habilidades subyacentes a la fuerza de voluntad, relacionadas con el control de uno mismo, así como el pensamiento implicado en ello, todo, a largo plazo y sus posibilidades de mejora.
Desde la perspectiva del autocontrol, Andrés F., de acuerdo con el análisis de quien suscribe, es probable que no tuvo una crianza efectiva, y considerando una multiplicidad de factores contextuales, decidió cometer esos crímenes por su propia voluntad, siendo un adulto con maduración neurológica y funciones ejecutivas desarrolladas, lo cual se valida con sus decisiones cotidianas de vida y capacidad para engañar a los demás tras ganarse su confianza, ya que, buscó la satisfacción inmediata de sus impulsos, careciendo de toda racionalidad en sus acciones con el fin de obtener los satisfactores inmediatos, sin autocontrol, beneficios a corto plazo que le permitían de alguna perversa forma, el “vengar el rechazo sufrido”, por mujeres, a quienes les apuñalaba el corazón de forma física, como ellas apuñalaban psicológicamente el suyo. Su móvil era el no saber lidiar con el sentimiento de rechazo vinculado con la figura materna desde el punto de vista psicodinámico, lo cual hería su ego narcisista, aunado a una evidente psicopatía como base de personalidad (parte de la tríada oscura), que derivó en un perverso ajuste de cuentas. La saña, el dolo, las fotografías, los videos, la tortura previa, los abusos sexuales reiterados, hablan de una perversidad elevada a grado sumo, así como de una incapacidad para lograr por vías de una conquista real, por sí mismo, esa atención de las mujeres que él consideraba bonitas. Es probable una infancia plagada de rechazos femeninos, así como conflictos de rechazo por parte de su figura materna, que resultan evidentes. Aunado a que existió una impunidad absoluta, pudo perfeccionar su modus operandi, hasta llegar a la edad de 73 años, en la que fueron descubiertos sus atroces actos, de la forma menos pensada, ya que no lo atrapó la autoridad, sino un esposo perspicaz y decidido.
Para Michael Gottfredson y Travis Hirschi, el modelo de crianza de Andrés F, sería considerado como deficiente, siendo lo más probable que no tuviera calidez, apoyo ni refuerzo positivo (Yañez, G. y López, R. 2022), con especial énfasis en este caso, muy probablemente, en su vínculo materno. Sin embargo, desde el punto de vista psicopatológico, existen factores más fuertes que seguramente influyeron en sus conductas, ya que, la saña, el dolo, el nivel de crueldad que demostró, van más allá de problemas no resueltos con su madre, los que tienen millones de varones en el mundo, y no reaccionan de este modo. La concepción de esta comisión de delitos, se propone como integral. Existen factores biológicos de base que pueden predisponer a la falta de autocontrol, que es importante considerar, pero no parecía ser este el caso de Andrés F., ya que, de forma premeditada, jactándose de ello en diversas entrevistas, se burlaba de los actos realizados por él y de cómo con superioridad, terminó con sus vidas y dejó marcadas a sus familias por siempre. Asimismo, para los autores de la teoría del autocontrol, algunos tipos de castigos, contribuyen a la falta del mismo. Es probable que los padres o la madre de Andrés F., fuera exigente, aunque no solidaria; permisiva (solidaria pero no exigente) o bien negligente (ni solidaria ni exigente), facilitando en él, la aparición de este patrón de comportamiento, aunque la responsabilidad es de Andrés F. como un adulto que decidió ceder a los impulsos, a los cuales, no cedía en otras áreas de su vida, es decir, reconocía la diferencia entre el bien y el mal, siendo imputable, por lo tanto.
Otros factores que influyen desde la teoría del autocontrol en la comisión del delito, es el contexto, conformado no solo por la familia, sino también por los vecinos, los compañeros, los maestros y las organizaciones educativas, influyendo en diversas variaciones en el autocontrol en niños y adolescentes (Yañez, G. y López, R. 2022). Es muy probable, que Andrés F., haya atravesado diferentes eventos traumáticos de vida, presenciando violencia y/o siendo víctima de ella, provocándose con ello una disminución de su autocontrol, pero eso no es justificable de sus acciones, en tanto, su historia de vida, muestra premeditación, alevosía y ventaja para acechar a sus víctimas, infiltrarse en su círculo de confianza, y tras ello, asesinarlas, tomando a detalle cada parte del proceso, en fotografía y video, para su posterior reproducción. Fue un instinto psicopático insaciable, cuya satisfacción podía revivir en cualquier momento a través de sus “premios” obtenidos, como los rostros y cueros cabelludos cortados, y devorando a sus víctimas, quizá como una forma simbólica de que pertenezcan a él por siempre, lo cual es común en asesinos seriales con la característica específica de canibalismo. Andrés F., entablaba de manera perversa, fría y calculadora, relaciones sociales cercanas con las víctimas y sus familiares, siendo su perfil de mujer predilecto, las jóvenes de 30 a 40 años, que habían sido madres, a quienes conoció en su mayoría, en algún bar. Su modus operandi fue siempre el mismo: se ganaba su confianza y se introducía en su sistema social, bajo la apariencia de amabilidad, cortesía y ser inofensivo. Con su última víctima, Reyna, él a sus 73 años dijo tener una “relación amorosa”, lo cual, es totalmente falso de acuerdo con el esposo de Reyna, familiares y amigos, quienes consideraban a Andrés F. como un amigo más, dándole un lugar entre ellos como persona mayor, que inspiraba confianza. El autocontrol nulo de Andrés F., fue una decisión personal, y, por ende, mereció todo el peso de la ley, el cual se tradujo en cadena perpetua bajo el control del estado para siempre.
Para finalizar, se comparten algunos focos rojos para detectar en las personas desde la infancia y en la edad adulta, con una finalidad preventiva:
Focos rojos en la infancia: factores heredados, tales como, daño cerebral, disfunciones del lóbulo frontal, en los lóbulos temporales (que convergen en el circuito límbico donde se encuentran las bases fisiológicas de las emociones, disfunciones en el hipotálamo, en la tiroides, en la amígdala, déficit neurológico; extremo abuso infantil en cualquiera de sus modalidades; enfermedad mental como el espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos (DSM-V, págs. 87-122); trastornos disruptivos del control de los impulsos y de la conducta (DSM-V, págs. 461-480); crianza patológica negativa: madre castrante, ausente emocional, seductora, controladora, distante físicamente, ambivalente, padre ausente emocional o físicamente, padre dominante, padre abusivo, malnutrición o alimentación no sana, hermanos abusivos, límites familiares difusos entre la sexualidad y el amor tierno, padres alcohólicos o drogadictos; incapacidad del menor, adolescente, adulto joven, para relacionarse social y sexualmente con iguales; experiencia de sumo estrés, incapacidad para manejar el estrés, experiencias traumáticas; contexto de desarrollo, criminógeno; baja autoestima, bullying e incapacidad para manejarlo, sentimiento de no pertenencia que le impide (por no “haber echado raíces”), desarrollar vínculos afectivos permanentes; fantasías violentas (interés por el género gore, vampirismo, ovnis, horror, sangre, muerte, violencia racial, terrorismo); problemas en el periodo de gestación, producto de un embarazo no deseado; signos que manifiestan que el menor, adolescente o adulto joven puede comportarse de manera violenta en cualquier momento; autolesiones; sentimiento de desesperanza; aislamiento social; cambios de humor abruptos; maltrato animal o a otros pequeños más vulnerables.
Focos rojos en la etapa adulta: comportamiento ritualístico, máscara de la cordura, compulsividad, trastornos más presentes, frecuentes, no psicóticos: Trastorno Antisocial de la Personalidad con características psicopáticas, sadismo sexual, psicopatía, Trastornos Parafílicos (desviaciones sexuales) como hipersexualidad o comportamiento sexual desviado, canibalismo (antropofagia), sadismo emocional, crueldad, mutilación, desmembramiento, necrofilia, violación, ejercicio del poder, del control para gratificación sexual, erotización del concepto de “posesión”, erotización de la violencia; baja autoestima, pobre autoconcepto, señales de haber pedido ayuda profesional en algún momento de su vida; introyección de una falsa construcción social de la mujer (que no vale nada si no puede procrear, por ejemplo); desórdenes cognitivos severos, fallas en la atención, memoria, concentración, percepción; incapacidad crónica para decir la verdad (mentira patológica o mitomanía); tendencias suicidas; patrones de pensamiento paranoico; historial criminal desde la infancia; factores hereditarios, como, desórdenes genéticos, daño o déficit cerebral; historial de abuso de sustancias; historial de crianza patológica negativa; interrupción de la felicidad o falta de felicidad en la infancia que un niño por naturaleza presenta; indiferencia al dolor o sufrimiento ajenos; crueldad extrema contra los animales; tendencia a cometer actos disruptivos de la ley y a generar terror en los demás (como los incendios provocados); síntomas que evidencian mal funcionamiento bioquímico; sentimientos de inadecuación, frustración e impotencia; ira acumulada.
Bibliografía
Basilio, G. (2020). La llamada prueba de Malvavisco de Walter Mischel. Cienciorama. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Consultado el 6 de agosto de 2023 en: http://www.cienciorama.unam.mx/a/pdf/645_cienciorama.pdf
Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5. Asociación Americana de Psiquiatría. Consultado el 6 de agosto de 2023 en: https://www.eafit.edu.co/ninos/reddelaspreguntas/Documents/dsm-v-guia-consulta-manual-diagnostico-estadistico-trastornos-mentales.pdf
Sánchez, N. (2021). En la mente del feminicida de Atizapán: Andrés “N” comía con el esposo y la familia de su víctima. Consultado el 6 de agosto de 2023 en: https://www.infobae.com/america/mexico/2021/05/28/andres-n-el-feminicida-de-atizapan-comia-con-el-esposo-y-la-familia-de-su-victima-en-la-mente-del-asesino/
Yañez, G. y López, R. (2022). Universidad Veracruzana. Dirección General de Investigaciones. Consultado el 6 de agosto de 2023 en: https://www.uv.mx/investigacion/general/nota-autocontrol-y-crimen/#:~:text=Una%20de%20las%20m%C3%A1s%20famosas,principal%20detr%C3%A1s%20del%20comportamiento%20criminal.
[1] Licenciada, Maestra y Perito en Psicología con registro en el Poder Judicial en México (UADY/ENSY). Doctorante en Ciencias de la Educación (Universidad Anáhuac), estudiante de la Licenciatura en Derecho (UNAM). Egresada de Robótica Avanzada y Programación (ARACT/DEVF).