Revista Iberoamericana de Derecho, Cultura y Ambiente

Revista Iberoamericana de Derecho, Cultura y Ambiente
RIDCA - Edición Nº1 - Derecho Ambiental

Mario Peña Chacón. Director

15 de junio de 2022

Aproximación al Concepto de Contabilidad Ambiental como Instrumento de la Gestión Ambiental

Autora. Cristina del Campo

Por Cristina del Campo[1]
 
1. Introducción

La contabilidad ambiental[2] es un área de conocimiento que se encuentra aún en construcción, en nuestro caso, al encontrarnos desarrollando la aplicación experimenta la un área natural protegida de instrumentos de gestión ambiental del área económica, es que nos propusimos ensayar la aplicación de una herramienta enfocada al registro y gestión de datos como es la contabilidad ambiental. Orientando su aplicación (ya en nuestro caso específico) al patrimonio natural y al patrimonio cultural[3] (componentes ambientales esenciales de una reserva natural protegida) y desde la perspectiva del desarrollo sustentable.

La contabilidad ambiental aparece vinculada a políticas públicas, ya que reconoce su fuente en las mismas; utiliza el derecho ambiental como guía del cumplimiento de normativas ambientales  y se enmarca en una gestión, lo que la sitúa en un tipo de instrumento de gestión ambiental.

El presente escrito presenta una de las primeras instancias en el proceso de investigación referido a la aplicación de un instrumento económico de gestión ambiental a una Reserva Natural que a su vez integra una actividad turística (y que por lo tanto uno de sus valores a explotar es paisaje). Utilizar esta herramienta permitiría implementar cuentas ambientales; esto es, no solo un registro general de lo que en términos de recursos naturales la reserva cuenta; sino además la depreciación o valorización (por dar un ejemplo aun sin contenido cierto) de los componentes ambientales que están enmarcados en la reserva natural y lo que la gestión de la misma encauza en línea a la sustentabilidad; en este caso, turística ambiental.

En tal tarea, nos encontrábamos cuando detectamos -a partir de entender, luego de la lectura de la doctrina especializada en la temática- que al momento de determinar el contenido de la contabilidad ambiental no había uniformidad o coincidencia sobre lo que incluía y lo que no, conforme a su conceptualización; esto es, lo que registra y bajo qué enfoque y dimensión y en consecuencia lo que se entendía por tal; es que como punto de inicio coincidimos en iniciar nuestra tarea orientados a distinguir los componentes del concepto que nos permitieran servir de guía para la aplicación del mismo.

Este escrito tiene por finalidad, -partiendo de lo anteriormente expuesto-presentar una aproximación al concepto de contabilidad ambiental que integre sus componentes esenciales como punto de partida para la utilización eficaz de este instrumento económico de política y de gestión ambiental.
2. Vinculación preliminar entre contabilidad y ambiente: la contabilidad ambiental como instrumento de gestión ambiental de base informativa

 

Nuestro país ha suscripto a una variada gama de convenios y tratados en torno a lo ambiental, que a su vez incluyen una serie de instrumentos de gestión, que se encauzan en principios ambientales, derivados de las diferentes Cumbres de la Tierra. Estas en su tratamiento temático pusieron énfasis -entre otros- en preservar las condiciones necesarias para el desarrollo de la vida humana para luego irse especificando en torno a la equidad intergeneracional y a la responsabilidad en la gestión de lo ambiental.

En tal sentido, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano[4], celebrada en 1972 en Estocolmo, el ambiente se convierte en un tema vertebral, adoptándose una serie de principios que se enmarcan en la relación desarrollo-sociedad y desarrollo-bienestar de las personas. Esta incluye una Declaración y un Plan de Acción para el medio humano, que gira en torno al mejoramiento del medio humano.

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo[5]de Río 1992se centra la atención en el impacto de las actividades socioeconómicas humanas sobre el ambiente. La preocupación sobre cómo garantizar la sostenibilidad del desarrollo (en base al modo de producción y de consumo imperantes) fueron temáticas eje. La inclusión del  concepto de desarrollo sostenible como objetivo meta, marcó un importante hito en torno a políticas de gestión ambiental. La Agenda 21 y su Plan de acción sobre cuestiones ambientales y de desarrollo, dieron lugar a más y mejores instrumentos de gestión ambiental.

Ya en Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de 2002 en Johannesburgo[6] se adoptó una Declaración Política y un Plan de Implementación que incluyó disposiciones que abarcan un conjunto de actividades y medidas orientadas al logro de un desarrollo que tenga en cuenta el ambiente; centrándose en componentes ambientales concretos donde la gestión ambiental siguió especificándose en su rol.

En estas Cumbres se desarrollaron una serie de principios y de instrumentos de política y gestión ambiental, encontrándose -entre ellos-los principios preventivo, precautorio, de responsabilidad, de información. Así como una diversidad de instrumentos, normativos, económicos; etc.; entre ellos las cuentas ambientales y la contabilidad ambiental.

Estas además dieron lugar a lo que se denominó el “constitucionalismo verde”[7] que significó un giro esencial en términos de derechos-deberes, del que nuestro país no estuvo ajeno.

La República Argentina, a partir de estas Cumbres de la Tierra, fue enfocándose en coadyuvar a la protección del ambiente, asumiendo el compromiso del desarrollo sostenible a nivel constitucional y adoptando los principios emanados de estas Cumbres en una serie de normativas e instrumentos de prevención y gestión ambiental. En tal orden, constitucionalmente el derecho al ambiente sano y equilibrado es reconocido expresamente a todos los habitantes, siendo además deber de éstos el de preservarlo. Por otra parte, “las autoridades” deben proveer a la protección de este derecho, que se compone -entre otros- por el derecho al patrimonio natural; el derecho al patrimonio cultural y el derecho a la información ambiental.

Conjuntamente con la protección del ambiente como derecho de incidencia colectiva, se incluye en la Constitución Nacional (artículo 41 CN) el objetivo meta del desarrollo sostenible, como resultado teórico del cambio de paradigma en la relación de la sociedad con el ambiente; lo que importa la adopción de un tipo de gestión como es la ambiental, enfocada en el qué hacer; el cómo hacer y el con qué hacer con fines de protección; reconociéndose como componentes de la misma, ala política ambiental; el derecho ambiental y la administración ambiental[8]; presentándose la gestión ambiental como la principal vía preventiva en la relación sociedad-naturaleza.

Por su parte, mediante los presupuestos mínimos ambientales (PMA) constitucionales se han incluido una serie de instrumentos de política ambiental, (que no excluyen la aplicación de otros orientados a la protección del ambiente y que han sido orientados a la consecución de los objetivos y principios de política ambiental, tales como los de d) Promover el uso racional y sustentable de los recursos naturales, g) Prevenir los efectos nocivos o peligrosos que las actividades antrópicas generan sobre el ambiente para posibilitar la sustentabilidad ecológica, económica y social del desarrollo; k) Establecer procedimientos y mecanismos adecuados para la minimización de riesgos ambientales, para la prevención y mitigación de emergencias ambientales y para la recomposición de los daños causados por la contaminación ambiental y a los principios preventivo, de responsabilidad, precautorio y de equidad intergeneracional -entre otros-[9]

Entre los instrumentos de la política ambiental está el de información ambiental incluida como “5. El sistema de diagnóstico e información ambiental[10], que además se incorpora como instancia de control. En tal sentido se lee: Las personas físicas y jurídicas, públicas o privadas, deberán proporcionar la información que esté relacionada con la calidad ambiental y referida a las actividades que desarrollan.[11]

La información se integra al instrumento-derecho de participación como requisito previo para el ejercicio del mismo. Dicha información, a su vez, se despliega en diversas herramientas en los PMA constitucionales sectoriales tales como los inventarios -y en general- es parte esencial de los instrumentos de evaluación ambiental.

Por otra parte, las autoridades detentan el deber de velar por el uso racional de los recursos naturales; lo que importa la utilización de herramientas de control, fiscalización y auditoría -entre otras-. En particular el instrumento de la contabilidad ambiental se presenta preliminarmente -en orden al control- como una herramienta en miras al cumplimiento del objetivo meta constitucional del desarrollo sostenible y en línea al derecho a la información ambiental.

Esta obligación genérica de proveer a la protección de los derechos ambientales por parte de las autoridades, se instrumenta en lo referido a la información -como base del control- en el deber de desarrollar un sistema nacional integrado de información que administre los datos significativos y relevantes del ambiente, y evalúe la información ambiental disponible; asimismo, deberá proyectar y mantener un sistema de toma de datos sobre los parámetros ambientales básicos, estableciendo los mecanismos necesarios para la instrumentación efectiva a través del Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA). Además de ser estas autoridades (ya en este caso la de aplicación a nivel nacional)) las  responsables de informar sobre el estado del ambiente y los posibles efectos que sobre él puedan provocar las actividades antrópicas actuales y proyectadas. Asimismo el  Poder Ejecutivo, a través de los organismos competentes, elaborará un informe anual sobre la situación ambiental del país que presentará al Congreso de la Nación. El referido informe contendrá un análisis y evaluación sobre el estado de la sustentabilidad ambiental en lo ecológico, económico, social y cultural de todo el territorio nacional.[12]

Este derecho-deber de información y los instrumentos de política y de gestión que lo involucran se despliega ya más recientemente en lo internacional-regional, en el Acuerdo de Escazú, Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, adoptado el 4 de marzo de 2018 en Escazú, Costa Rica. El cual a partir del denominado “Principio 10”de Rio92,consagra el objetivo de garantizar la implementación plena y efectiva de los derechos de acceso a la información ambiental, participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y acceso a la justicia en asuntos ambientales,[13] así como también la creación y el fortalecimiento de las capacidades y la cooperación, contribuyendo a la protección del derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras a vivir en un ambiente sano y al desarrollo sostenible .Constituyendo este acuerdo la instancia necesaria de viabilización del principio 10[14] en los Estados parte y un importante avance en torno a los derechos humanos[15].

Mediante esta breve mención de hitos internacionales referidos a lo ambiental-gestión y de los derechos- deberes constitucionales, como de presupuestos mínimos ambientales pudimos enmarcarla contabilidad ambiental como instrumento de gestión ambiental en línea a principios ambientales y -en nuestro caso- en observancia al deber de preservar los derechos de incidencia colectiva y lo que ello involucra[16]
3. Definiciones y conceptos en la doctrina especializada

En este apartado se presenta una síntesis de lo elaborado a partir de seleccionar los conceptos y definiciones básicas de lo que la doctrina mayoritaria entiende por contabilidad ambiental. La elección de la bibliografía[17]se centró principalmente en autores y organizaciones especialistas sobre el tema; así como en tesis y trabajos de investigación. Dicha base documental bibliográfica  fue sistematizada a los fines de detectar coincidencias y  elementos base que se fueran repitiendo y que nos permitiera aproximarnos a detectar los componentes esenciales de lo que integra el concepto elemental de contabilidad ambiental como instrumento de gestión ambiental.

En tal sentido, comenzamos por mencionar(a modo de referencia) lo que por contabilidad tradicional se comprende: La contabilidad, como cuerpo de conocimientos, es una ciencia empírica, de naturaleza económica, cuyo objeto es la descripción y predicción, cualitativa y cuantitativa, del estado, la evolución económica de una entidad específica, realizada a través de métodos propios de captación, medida, valoración, representación e interpretación, con el fin de poder comunicar a sus usuarios información, económica y social, objetiva, relevante y válida para la toma de decisiones.[18] Y lo que no estaría considerando: “La contabilidad corriente imputa sólo las amortizaciones de los activos tangibles reproducibles o los bienes duraderos y no los bienes patrimoniales naturales, aunque éstos puedan ser evaluados económicamente (Sejenovich y Sourrouille, 1980)”[19]. Dichas definiciones base  nos permiten centrarnos en la materia de tratamiento desde la contabilidad tradicionalmente considerada  hacia la aún novedosa -al menos en nuestro país- contabilidad ambiental.

En tal orden de ideas, comenzamos por citar los fines del instrumento, entendiendo González Santos et al., que  “La contabilidad ambiental permite valorar los servicios del capital natural, así como registrar la degradación de los recursos naturales para propiciar el cambio de pensamiento respecto al uso que se le dan a los recursos y el impacto que genera al entorno”[20].

Para CEPAL “El propósito de la contabilidad ambiental es llevar cuenta de la utilización de los recursos del medio ambiente en forma sistemática, en particular del agotamiento de los recursos y la degradación ambiental en un período dado…”[21]

Fernández Cuesta [22] entiende que “La Contabilidad ambiental puede definirse como la parte de la Contabilidad aplicada cuyo objeto son las relaciones entre una entidad y su medio ambiente, lo cual requiere precisar tanto el concepto de entidad como el de medio ambiente”.  Según Souza Ribeiro, la Contabilidad ambiental, “está constituida por la identificación, la medición y evidencia de los bienes, los derechos, obligaciones y consumos de la naturaleza ambiental”[23].

Para otros autores, “La contabilidad ambiental es un área o división de la contabilidad que se encarga de estudiar y analizar los procesos de medición, valoración y control de los recursos naturales y del medio ambiente desde la óptica contable, con el fin de contribuir en la construcción de diversos conceptos que amplíen su campo de acción en la contabilidad de las empresas, para lo cual se utilizan una serie de elementos o instrumentos adecuados que le permitan realizar labores de evaluación y control sobre el grado de sensibilidad o susceptibilidad y de igual forma se presentan las operaciones realizadas por el ente. (Ariza 2000)”.[24]

Juan Antonio Lezca resalta que, la contabilidad ambiental busca “mejorar el nivel de comunicación, las normas de registro y gerenciamiento contable, así como la contribución contable a las prácticas de administración del asunto ambiental en las empresas y descontaminar los balances que hoy omiten activos consumidos ambientales y que precisan ser mensurados y registrados”, a los fines de medir los hechos económicos que inciden en la empresa y proporcionar información fidedigna, confiable, oportuna, comprensible, objetiva e íntegra.[25]

Asimismo; “La contabilidad ambiental puede definirse como “la parte de la contabilidad aplicada cuyo objeto son las relaciones entre una entidad y su medio ambiente, lo cual supone diferenciar entre la macro y la micro contabilidad y, dentro de ésta última, precisar tanto el concepto de entidad como el de medio ambiente”.[26]

La Agencia Europea del Medio Ambiente “define la contabilidad ambiental como un conjunto de instrumentos y sistemas que son útiles para medir, evaluar y comunicar la actuación medioambiental de la empresa; este integra tanto la información fiscal como la monetaria con el objetivo último de situar la empresa en términos de la ecoeficiencia. Además, expresa que la ecoeficiencia se logra maximizando el valor de la empresa, al mismo tiempo que esta minimiza el uso de recursos y los impactos negativos ambientales”[27].

Conforme a Ariza, “ La contabilidad ambiental es un área o división de la contabilidad que se encarga de estudiar y analizar los procesos de medición, valoración y control de los recursos naturales y del medio ambiente desde la óptica contable, con el fin de contribuir en la construcción de diversos conceptos que amplíen su campo de acción en la contabilidad de las empresas, para lo cual se utilizan una serie de elementos o instrumentos adecuados que le permitan realizar labores de evaluación y control sobre el grado de sensibilidad o susceptibilidad y de igual forma se presentan las operaciones realizadas por el ente”.[28]

Para Mejía la Contabilidad ambiental  es una Ciencia social aplicada que estudia la valoración cualitativa y cuantitativa de la existencia y circulación de la riqueza ambiental controlada por las organizaciones, utilizando diversos métodos que permiten evaluar la gestión que la organización ejerce sobre la riqueza ambiental, con el fin de contribuir a la acumulación, generación, distribución y sostenibilidad integral de la misma.[29]

Ya ajustándonos a definiciones de Contabilidad ambiental más específicas leemos que: La Contabilidad Ambiental se compone de cuentas ambientales y cuentas convencionales, las primeras registran los impactos de la empresa en el medio ambiente en términos físicos (kilogramos o litros de residuos) y las cuentas convencionales para medir los impactos de la empresa en el medio ambiente en términos monetarios[30].

Geba considera  como  objetivo  de  la contabilidad socio-ambiental el de obtener y brindar conocimiento   racional   de   la dimensión  socio-ambiental  considerada,  es  decir  del  patrimonio  socio-ambiental,  los impactos  socio-ambientales  y  sus  relaciones,  no  meramente  financieros,  en  el  ente, sujeto del proceso, y en su entorno, entendiendo  por  dimensión  socio-ambiental a la  porción  de  la  realidad  socio-ambiental  considerada que incluye  un  denominado patrimonio  natural  y  otro  cultural  o artificial, y sus relaciones[31]          

Conforme a UNEP, la contabilidad ambiental es una iniciativa que tiene como objetivo dar cuenta de los bienes de la naturaleza, como el agua, los bosques, la energía y los ecosistemas, entre otros, con el fin de demostrar su importancia para la economía y la sociedad. El sistema de contabilidad ambiental, por otro lado, proporciona una estructura que permite organizar la información sobre estos activos naturales de modo que puedan vincularse con los datos económicos. Así, el informe analiza el sistema de contabilidad ambiental y su papel en las auditorías sobre biodiversidad y políticas ambientales y de sostenibilidad.[32]

Por otra parte, podemos señalar a aquellas que incluyen componentes puntuales como por ejemplo –en este caso-  los impuestos ambientales; así para Prada Flores; “La contabilidad ambiental es una actividad que se encarga de proporcionar aquellos datos que resaltan la contribución de todos los recursos naturales junto con el buen pasar económico, como por ejemplo, los costos de todos los impuestos por contaminación que debe pagar una empresa o bien, por el agotamiento de los mismos. La contabilidad es una herramienta que se destaca por su importancia, cuando se trata de evaluar algún fenómeno económico y también la utilidad con la cual se toman las decisiones correspondientes en una empresa. Y teniendo todo esto en cuenta podemos decir que la contabilidad ambiental posee una enorme relevancia para determinar el nivel de impacto que se presentará en la aplicación de diferentes políticas junto con los instrumentos para su regulación y control del medio ambiente”.[33]

De lo expuesto, preliminarmente se evidencia que no existe coincidencia sobre el tema. Y si bien no se agota en esta selección lo que se entiende por contabilidad ambiental, ni lo que ello implica o contiene,-en el apartado siguiente-iremos agrupando una serie de citas de autores que incluyen en sus definiciones y conceptos mayores especificidades sobre los componentes de la contabilidad ambiental.

 

4. Algunas clasificaciones y especificidades que aportan al concepto

Entre las clasificaciones más relevantes en las que se incluye o divide la contabilidad ambiental (que señalan grandes áreas de pertinencia)  se encuentran las que parten de la categorización desde tres perspectivas:

  • “Contabilidad del ingreso nacional: Plantea que el PBI de los países se encuentra limitado, puesto que no se considera el consumo de recursos naturales que forman parte del capital natural.
  • Contabilidad ambiental financiera: A través de esta, se deben revelar pasivos y costos ambientales.
  • Contabilidad ambiental administrativa: Permite utilizar información acerca de los costos ambientales para la toma de decisiones”[34].

Enmarcada como integrando las cuentas ambientales; varios autores  consideran diferentes tipos de cuentas ambientales para la contabilidad ambientales; tales como las Cuentas de Activos de Recursos Naturales, las Cuentas de Flujo Físico Materiales y Contaminación, las Cuentas Monetarias e Híbridas, y los Agregados Macroeconómicos ajustados al Medio Ambiente [35].

En cambio, para Chacón Parra; “La contabilidad de la gestión ambiental tiene su origen en la contabilidad gerencial o contabilidad administrativa, ésta es entendida como aquella contabilidad que elabora, analiza e interpreta información que sirve de soporte a la toma de decisiones a corto y largo plazo, donde los directivos o el comité de altos ejecutivos o la gerencia, deciden sobre el conjunto de estrategias que permitan a la empresa alcanzar sus objetivos y metas. Por tanto, la contabilidad gerencial, es una contabilidad para el control. Sin embargo, quienes toman las decisiones en las empresas, les resulta difícil determinar y reconocer el valor económico que poseen las diferentes partidas contables financieras relacionadas con el ambiente, llámese éstas activos, pasivos o capital”[36]

Otros autores, genéricamente la incluyen dentro de un tipo de contabilidad “Dentro del campo de la contabilidad social, existe una rama diferenciada que es la Contabilidad Ambiental. Se enfoca en una problemática particular, el impacto de la actividad de la empresa en el entorno en el que actúa, que se denomina ¨Medio Ambiente¨. Dado que esta rama de la disciplina tiene un objeto de estudio particular, es importante definir adecuadamente el concepto de medio ambiente para delimitar el alcance de la Contabilidad Ambiental. “[37]

 

Según Bischhoftshausen, “la expresión contabilidad ambiental tiene diversos usos y significados, puede referirse a cuentas nacionales, contabilidad financiera, o contabilidad administrativa, además menciona, que la contabilidad ambiental, puede ser utilizada como herramienta de gestión interna de las organizaciones refiriéndose a los costos que tiene un efecto directo de los resultados de la empresa que pueden ser llamados costos sociales”[38]

Ya más concretamente se expone que existen tres momentos en el proceso definido de contabilidad ambiental, “El primer momento es el de la medida, que consiste en la obtención de datos relevantes. Para ello, es preciso haber definido antes las áreas de influencia ambiental y de creación de valor que deben ser estudiadas, y los indicadores a utilizar para obtener la información adecuada de cada aspecto relevante dentro de cada área.

El segundo momento es el de la evaluación, y consiste en el análisis y conversión de los datos en información útil para la toma de decisiones, así como en la valoración y ponderación de esta información.

Un tercer momento en el que se expresa la contabilidad ambiental es el de la comunicación de la actuación ambiental de la compañía, tanto hacia dentro como hacia fuera de la empresa. Tal proceso de comunicación consiste en la transmisión de información sobre la actuación ambiental de la empresa a los partícipes («stakeholders») externos o internos, sobre la base de la valoración que la dirección realiza sobre las necesidades e intereses, tanto de la empresa como de sus diferentes partícipes”[39]

Conforme a Casado Raigon[40]la contabilidad ambiental amplía la información  tradicional recogida por la contabilidad a fin de presentarle al analista disponga de una imagen fidedigna de la relación entre lo económico y lo natural. Resaltando que las diferentes propuestas realizadas desde el campo de la contabilidad ambiental centran su atención en tres aspectos:

– La medición, tanto de las rentas generadas por los recursos naturales como de la depreciación del capital natural.

– El cálculo del daño asociado a la contaminación vertida sobre el medio natural.

– La medición del gasto en que incurre la sociedad para evitar los impactos ambientales.

Casazza define como objetivo principal de la contabilidad ambiental el Estudiar y analizar los procesos de valoración, medición y control de los procesos ambientales desde la óptica contable. Y en tal línea señala que pretende:

– Mejorar el nivel de comunicación.

– Mejorar las normas de registro y gerenciamiento contable.

– Mejorar la contribución contable a las prácticas de administración del asunto ambiental en las empresas.

– Descontaminar los balances que hoy omiten activos consumidos ambientalmente y que precisan ser mensurados y registrados.[41]

La contabilidad de la gestión ambiental se centra en evaluar, cuantificar, registrar e informar los daños al ambiente ocasionados por la actividad económica, así como las acciones preventivas y correctivas  para evitarlas, siendo su objetivo específico el brindar una base para la definición de políticas públicas, en torno a una modalidad de desarrollo sostenible. Para ello debe incluirse lo ambiental en lo contable sin embargo las dificultades son múltiples –tales como asignar costos ambientales en los procesos productivos; actualizar los valores futuros ambientales, la estimación de las responsabilidades ambientales; el suministrar datos que pueden ser usados por la competencia, etc. Dificultades, para las que la economía ambiental tiene herramientas como los diferentes métodos de valoración y evaluación económica del ambiente, como aproximación  y aporte básico para los registros contables”[42].

Por lo que podría señalarse que “la contabilidad ambiental, es una herramienta de medición y control, para apoyar con información la gestión ambiental eficiente de las empresas[43].

En último lugar se agregan algunas nociones que  conforman conceptos síntesis de contenido elemental. En tal sentido, Mejía et al., explican que la contabilidad debe evaluar la sostenibilidad de las organizaciones en las tres dimensiones por separado, lo que permitirá conocer el comportamiento de la riqueza controlada por los entes. Dichos estados e informes, permitirán identificar, por ejemplo, que muchas organizaciones son sostenibles económicamente, pero insostenibles en las dimensiones sociales y ambientales. Si sólo se presentan estados contables financieros, nunca se podrá conocer la verdadera situación de la organización y la gestión integral de la riqueza que controlan.[44]

 

Gebaet al., señalan que el objetivo de la contabilidad socioambiental es el de obtener y brindar conocimiento metódico y sistemático de la realidad en su dimensión socio-ambiental. Es decir, del patrimonio socio-ambiental de un ente y de los impactos sobre el mismo y en su entorno.[45]

Para CEPAL es necesario –entre otros- ampliar las cuentas de activos para que incluyan no sólo los “activos económicos” sino también los “activos naturales” y los cambios que experimentan.[46]

Las clasificaciones en las que se inserta -o las que derivan- la contabilidad ambiental ejemplifican o dejan presentados bosquejos de la estructura a los fines de localizar su enfoque y dimensión; que para el caso – referido- no se aparta hasta lo señalado del enfoque social y de la dimensión la ambiental.

Por otra parte se evidencia que varios autores se centran en el aspecto de la “medida-mensura-medición” en referencia al manejo de datos; en su importancia “registral”; resaltan el valor de la comunicación y van incluyendo tímidamente referencias al “daño”  y a las “responsabilidades”.

 

  1. Aproximación a las principales notas del concepto

Considerando los diferentes autores relevados, analizados y sistematizados en su contenido, y ya presentada una síntesis de ello, en este apartado se incluyen las primeras notas -según lo referenciado-  de lo que integra la contabilidad ambiental. Las notas o lineamientos que pudieron despejarse consistieron en:

  • La contabilidad ambiental se orienta a complementar el enfoque tradicional económico-financiero con el ambiental;
  • Es una ciencia social aplicada que estudia la valoración cualitativa y cuantitativa de los bienes ambientales controlados por las organizaciones;
  • Representa el estado de situación en un periodo especifico (1 año)
  • Entre sus fines está el de servir de información cierta;
  • Estado confiable e integral de los bienes ambientales involucrados en un momento determinado;
  • Es fuente de los sistemas de información de la organización/empresa;
  • Provee de información a la comunidad en general sobre sus políticas, objetivos y programas ambientales;
  • Promueve al análisis de las acciones con posible deterioro ambiental y calcular costos en relación a las responsabilidades;
  • Permite estimar la relación entre las acciones preventivas y las de reparación;
  • Considera la relación entre depreciación del activo natural y el desempeño ambiental ;
  • Permite estimar el costo de las medidas preventivas y las de restauración si correspondieren;
  • Viabiliza el responder pertinentemente a la normativa ambiental a través de un registro especifico que permite el control del estado;
  • Comunica la relación entre los costos de los gastos ambientales y los logros alcanzados en términos ambientales;
  • Establece criterios de cuantificación y medición;
  • Habilita la confección de planes y el diseño de estructuras para las políticas en acción;
  • Representa una política enfocada en la información sobre la gestión de la organización en relación a su accionar sobre el patrimonio natural.

A modo de síntesis preliminar sobre los componentes, características y finalidades del instrumento podemos señalar que la contabilidad ambiental se integra en sus fines a:

  • Obtención de datos
  • Clasificar-Medir-Cuantificar
  • Registrar-Informar
  • Reflejar el estado en un periodo de tiempo
  • Sistematizar datos
  • Control interno y externo
  • Responder a una política de estado/empresarial
  • Se enfoca en el capital ambiental
  • Considera la preservación del patrimonio natural
  • Limitar los impactos ambientales negativos

La relación entre contabilidad ambiental, medir y lo referido a información se centra en la perspectiva económica pero se despliega en lo ambiental, al enfocarse en uno y dimensionarse en el otro; en tal sentido cobra entidad por ejemplola depreciación del capital natural, a partir de la utilización de los recursos naturales y de los recursos ambientales en general; o derivados de la contaminación ambiental, y  los gastos con fines de reducir, prevenir, remediar los efectos de la degradación ambiental.[47]

La contabilidad es la llamada a medir y registrar los hechos económico-ambientales a los fines de contar con información pertinente e integral así como oportuna; lo que permite –entre otros- el diseño e implementación de estrategias de prevención así como de mitigación -y en los casos que corresponda- de corrección. Enmarcada como instrumento de la gestión ambiental de base registral-informativa, encuentra su fuente en políticas públicas; se guía mediante el cumplimiento de la normativa ambiental y permite gestionar desde criterios y metas de sustentabilidad ambiental.

Esta información, -entre otros- le permite a los organismos específicos del estado viabilizar otros instrumentos económicos ambientales -por ejemplo- en apoyo a aquellas empresas que invierten en la prevención más allá de sus obligaciones. Por otra parte, al ser el Estado quien detenta las funciones de autorización, habilitación, control, auditar, etc. le permite a este organizar la información aportada por las empresas, organizaciones, etc. a los fines de armar su sistema de información ambiental en general. Por lo que la información se constituye en la principal relación entre las empresas/organizaciones y la comunidad, mediada por las funciones de tutela y resguardo de lo ambiental, esto es, de derechos ambientales reconocidos y en el deber de proveer de las autoridades a la protección del derecho ambiental y del desarrollo sostenible.

 

6. Reflexiones sobre  el concepto de contabilidad ambiental en el marco de la gestión ambiental

La actividad económica -en términos generales- no ha venido teniendo una vinculación considerada en relación a su accionar con el ambiente. La incorporación de normativas ambientales fue cambiando esta realidad, obligando a los responsables de las actividades de incidencia ambiental a la minimización de impactos generados o susceptibles de producir impacto a asumir sus obligaciones y responsabilidades en torno a los efectos que directa e indirectamente generaban.

El enfoque preventivo y aun el precautorio vienen marcando el accionar de la sociedad sobre lo ambiental, dejando de lado el aprovechamiento de los recursos ambientales irresponsable e irracional para dar lugar a la (no muy voluntaria) responsabilidad ambiental.

El cambio de paradigma -evidenciado en las Cumbres de la Tierra- terminó plasmándose en derechos y deberes constitucionales, lo que marca un cambio en el rol de las disciplinas económicas en relación al tratamiento del patrimonio ambiental. Ya que al estar involucrado el reconocimiento al derecho al ambiente sano y equilibrado con el desarrollo sostenible; la dimensión económica adquiere un status de deberes y obligaciones que se conjuga desde lo preventivo y en la minimización de impactos ambientales negativos.

La implementación de la herramienta de contabilidad ambiental-al involucrar información y control- permitiría habilitar una mejor vía de observancia y cumplimiento de las normas ambientales; y a su vez -en lo interno- brindar los datos necesarios para la toma de decisiones. Lo que incluye una serie de potencialidades y beneficios que van -por ej.-   desde la incorporación de tecnología limpia, el rediseño de procesos y productos; la compensación de costos ambientales mediante reciclados; hasta la de generar y ordenar datos mediante registros a fin de cumplimentar con los requisitos para acceder a certificaciones internacionales que suscribiera.

En nuestro país, la implementación de la contabilidad ambiental aún es una meta, de la que no se cuenta con aspectos básicos como el tener en claro cuáles son sus componentes esenciales, ni mucho menos los aspectos que permitan alguna estandarización de lo que se considera (sistema referencial) básicamente considerado en Activo o Pasivo (por ej.) para su inclusión en el sistema. Al no estar del todo construido el concepto de contabilidad ambiental, (a pesar de contarse con múltiples y disímiles definiciones de la misma) no existe claridad en cuanto a lo que serían sus características esenciales.

En cuanto a los objetivos que persigue, estos oscilan entre lo que se centra en los beneficios para la empresa, a lo que es requerido por alguna instancia de control o de certificación voluntaria en particular; pero aun sin representar una verdadera asunción de responsabilidades en torno al manejo e incidencia que su accionar provoca sobre el ambiente y por lo tanto ser una herramienta que permita el cambio de conductas orientados al logro de metas de desarrollo sostenible.

Por el momento, solo podemos resaltar que la contabilidad ambiental es una herramienta de carácter registral que permite ordenar y sistematizar información sobre el vínculo empresa/organización-ambiente, sin representar claros beneficios para la sociedad en tanto parte de lo ambiental, como de la empresa en tanto ente que se nutre e incide en lo que lo rodea.

El desafío en términos de eficiencia y eficacia del instrumento es vasto y sin pautas claras, derivadas del área disciplinar de la que proviene, su implementación corre el riesgo de convertirse en una herramienta de estética que poco incida en la relación entre derechos al desarrollo y derechos de incidencia colectiva y que aporte al objetivo meta constitucional del desarrollo sostenible.

Citas

 

[1] Cristina del Campo: Doctora en Derecho y Ciencias Sociales. Mg. Gestión Ambiental. Docente e Investigadora Principal UNDEF. Docente Investigadora US21¸UNC; UNCa; UCC. Postdoctorando  Ciencias Económicas UNC-Instituto Gulich. email cdelcampo@iua.edu.ar

[2] Este trabajo se enmarca en el proyecto de investigación UNDEFi, (IUA UNDEF):“Hacia una contabilidad ambiental como instrumento de la gestión ambiental de áreas naturales protegidas: Cuentas ambientales (patrimonio natural y cultural) de la Reserva de la Defensa de Ascochinga”, UNDEF.  2022. Este trabajo refleja una de las iniciales instancias de la investigación; cuyos resultados se confrontaron mediante la técnica de debate de pares. Se agradecen los aportes en tal taller de los investigadores Inés Carbonell; Sergio Castro y Carolina Lourdes Flores.

[3] Sobre lo que se entiende –en este trabajo además- por patrimonio natural y patrimonio cultural de base constitucional puede consultarse: del Campo, Cristina. (2011) “Reflexiones sobre la regulación del agua como patrimonio natural”. Cuaderno de Ambiental nº II El Agua. Córdoba: Advocatus. vol. n°II. p61 – 93; del Campo, Cristina. (2021) “El Paisaje como Objeto e Tutela En La Normativa De Base En Argentina”. Anuario Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales. Córdoba: Advocatus. 2021 vol. N°XIX; del Campo, Cristina (2021) “Paisaje Objeto de tutela”. Iustitia.Caba: AJ editores. 2021 vol. n°10.

[4]Declaración de la Conferencia de Las Naciones Unidas sobre el Medio Humano.  Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, Reunida en Estocolmo del 5 al 16 de junio de 1972. “Atenta a la necesidad de un criterio y unos principios comunes que ofrezcan a los pueblos del mundo inspiración y guía para preservar y mejorar el medio humano”.1972: de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano A/CONF.48/14/Rev.1.  https://sdgs.un.org/es/node/23217

[5]V.  https://www.un.org/es/conferences/environment/rio1992; https://undocs.org/es/A/CONF.151/26/Rev.1(vol.I)

[6]V.https://undocs.org/es/A/CONF.199/20https://undocs.org/es/A/CONF.199/20/Corr.1; https://undocs.org/es/A/RES/57/253

[7] V. Brañes, Raúl (1999) “El constitucionalismo ambiental latinoamericano” en Giovanni Cordini y Amedeo Postiglione (ed.), Ambiente e cultura. Patrimonio comune de l’Umanità, Edizioni Scientifiche Italiane, Napoli.

[8] V. la Teoría de la gestión Ambiental de Brañes en: Brañes Ballesteros, R. (2000). Manual de Derecho Ambiental Mexicano. Fondo de Cultura Económica. Ciudad de México.

[9] Ley 25675 PMA. Artículo 2 y 4.

[10] Ley 25675 PMA. Artículo 8. Los instrumentos de la política y la gestión ambiental serán los siguientes: 1. El ordenamiento ambiental del territorio; 2. La evaluación de impacto ambiental; 3. El sistema de control sobre el desarrollo de las actividades antrópicas.; 4. La educación ambiental.; 5. El sistema de diagnóstico e información ambiental.; 6. El régimen económico de promoción del desarrollo sustentable.

[11] Ley 25675 PMA. Artículo 16.

[12] Ley 25675 PMA. Articulo 17 y Articulo 18.

[13] Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992; Principio 10: «La mejor manera de tratar las cuestiones ambientales es garantizar la participación de todos los ciudadanos interesados en el nivel apropiado. A nivel nacional, cada persona debe tener acceso debido a la información ambiental en manos de las autoridades públicas, incluida la información sobre sustancias y actividades peligrosas en la comunidad, y la oportunidad de participar en los procesos de toma de decisiones. Los Estados deberían facilitar y alentar la conciencia y la participación del público poniendo la información a disposición del público. Debe garantizarse el acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos, incluidas las sanciones y las reparaciones”

[14] V. Esain. J. (2022) “El Acuerdo de Escazú como super presupuesto mínimo en el sistema de fuentes del derecho ambiental argentino”, CABA, LL 11 de abril 2022.

[15] El convenio integra nuestro ordenamiento interno a partir de la aprobación de la ley 27566

[16] En tal sentido es de resaltar que la última modificación del Código Civil y Comercial de la Nación; cuerpo normativo que tradicionalmente se ha ocupado de regular lo privado, establece que en el Código se reconocen: a) derechos individuales; b) derechos de incidencia colectiva u que la ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos individuales cuando pueda afectar al ambiente y a los derechos de incidencia colectiva en general así como que el ejercicio de los derechos individuales referidos (CCC) se encuentra limitado  a ser compatibles con los derechos de incidencia colectiva y que debe conformarse a las normas dictadas en el interés público y no debe afectar el funcionamiento ni la sustentabilidad de los ecosistemas de la flora, la fauna, la biodiversidad, el agua, los valores culturales, el paisaje, entre otros. Como asimismo que cualquiera sea la jurisdicción en que se ejerzan los derechos, debe respetarse la normativa sobre presupuestos mínimos que resulte aplicable. Lo cual da cuentas del nivel que alcanzo lo ambiental, hasta incluirse en normativa tradicionalmente privatista. V. Artículos 14; 240 y 241 Código Civil y Comercial de la Nación (20|5)

[17] La selección de bibliografía se centró en autores que trataran el tema específicamente en publicaciones científicas, tesis, doctrina especializada principalmente latinoamericana y publicaciones de CEPAL. Y si bien su selección es básicamente aleatoria; se partió del criterio de la mayor especificidad en la inclusión de lo que consideran componentes básicos o esenciales de la contabilidad ambiental.

[18] Suárez, J. (2001). Cosmovisión social de la contabilidad como disciplina científica. Revista Legis del Contador estudios sobre la Disciplina Contable (5), 134-194. pp 166,167.

[19]Gligo, Nicolo; (1986) “La elaboración de inventarios y cuentas del patrimonio natural y cultural”, Revista de La CEPAL N ° 28 Santiago de Chile Número 28. (Cita a Sejenovich y Sourrouille, 1980) p175. En: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/11421/028165180_es.pdf

[20] González Santos, Alba Rocío y Reyes Bonilla Cindy Lorena, (2016) “Sistema De Contabilidad Ambiental, Acueducto Alcantarillado y Aseo Basado en Modelo SCAE- Agua para la Gestión Ambiental”. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Contaduría Pública Sogamoso. p12

[21] CEPAL (2002). Contabilidad Ambiental y económica integrada. Manual de operaciones; Publicación de las Naciones Unidas,  Nueva York. En[ https://unstats.un.org/unsd/publication/seriesf/seriesf_78s.pdf  p. 6

[22]Fernández Cuesta Carmen (2004) “El Marco Conceptual De La Contabilidad Ambiental. Una Propuesta Para El Debate” en Contabilidad y Auditoría Número 19 – año 10 – junio 2004 Universidad de Buenos Aires.p33

[23] Souza Ribeiro, Maisa; et al.,(2006). “La gestión de pasivos ambientales”. Bogota , pp. 17-35. En: http://www.redalyc.org/arti  culo.oa?id=71603703

[24]Sanchez Rojas Harol Mauricio, Carolina Rodríguez Ramírez. (2017) “Determinar Los Costos Ocultos Ambientales, de los Residuos Peligrosos en las Empresas Manufactureras de Muebles para Oficina”. Colombia, (cita a ARIZA,D., “Una perspectiva para captar la inserción contable en la problemática medio ambiental”. Revista legis del contador, Colombia. pp.161-191.) p.47

[25]Cfr. Riascos Rodríguez, Mayra Lorena (2020) “La Contabilidad Ambiental, Practica e Importancia en el Sector Empresarial del Municipio De Zarzal  Valle del Cauca”. Universidad Del Valle Facultad De Las Ciencias de la Administración Programa Académico De Contaduría Pública Zarzal. p37 (Cita: 6 LEZCA, Juan A. “Contabilidad Ambiental”. En: Revista Apuntes Contables. (2003); pp. 25-57). En: https://bibliotecadigital.univalle.edu.co/bitstream/handle/10893/19694/0604415.pdf?sequence=10

[26] González Santos, Alba Rocío Reyes Bonilla, Cindy Lorena (2016) “Sistema de Contabilidad Ambiental, …Ob. Cit. pp.27 y 28

[27] Agencia Europea del Medio Ambiente (1999) Contabilidad ambiental: Medida, evaluación y comunicación de la actuación ambiental de la empresa. Barcelona: Agencia Europea del Medio Ambiente.

[28]Ariza Buenaventura, Danilo(2000) “Una perspectiva para captar la inserción contable en la problemática medio ambientalRevista legis del contador, Núm. 4 Oct-Dic, Colombia, 2000 Pág. 161-191.

[29] Mejía Soto, Eutimio; Vargas Marín., Luis A., “Contabilidad para la sostenibilidad ambiental y social”; LÚMINA núm. 13, 2012, Universidad de Manizales. Colombia. En:  http://portal.amelica.org/ameli/jatsRepo/254/2541136005/2541136005.pdf  p.3

[30] Muñoz, M. A. M. V., & Muñoz, G. “Estado de Resultados Ambiental”, Congreso Internacional de Investigación ciencias  administrativas, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Facultad de Contaduría Pública. En:  http://acacia.org.mx/busqueda/pdf/03_10_Estado_de_Resultados.pdf.p. 8

[31]Cfr.Geba, N. et al., (2017) Contabilidad Socio-Ambiental: Una Integración Conceptual para la sustentabilidad de las organizaciones economicas. Proyecciones -Nº 12-Año XII-2017. pp. 31-48. En: https://revistas.unlp.edu.ar/proyecciones/article/view/6532/5578  p. 41

[32] UNEP. V. en https://www.unep.org/es/events/webinar/lanzamiento-informe-de-contabilidad-ambiental

[33] Prada Flórez M., (2017) La Contabilidad Ambiental, Su Contribución a la Toma de Decisiones en las Pymes. Universidad Militar de Granada. En: https://repository.unimilitar.edu.co/handle/10654/16555  p. 9.

[34]Casazza, C., (2018) Contabilidad Ambiental, Licenciatura en Administración. Fac. de Ciencias Empresariales UAI.

Diciembre 2018. En: http://imgbiblio.vaneduc.edu.ar/fulltext/files/TC130673.pdf p18

[35] V., Martínez Prats, Germán et al. (2019)”Contabilidad ambiental para organizaciones en México”, Revista Venezolana de Gerencia, vol. 2, pp. 223-235, Universidad del Zulia;  Naciones Unidas (2016) Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica 2012. ONU, FMI, OCDE, Eurostat, BM. En: https://unstats.un.org/unsd/envaccounting/seearev/CF_trans/SEEA_CF_Final_sp.pdf

[36]Chacón Parra, G. et al., (2018) “La Contabilidad de la Gestión Ambiental Empresarial y sus Paradigmas hacia la Construcción de las Bases Teóricas” Sapienza Organizacional, vol. 5, n° 10, pp.40-70. En: https://www.redalyc.org/journal/5530/553057245004/html/  p.1

[37]de Vega, Raúl Ernesto y Rajovitzky, Ariel G. (2014) “Contabilidad ambiental. Contabilidad y responsabilidad social de la empresa”. Saarbrücken: Editorial Académica Española. En: http://nulan.mdp.edu.ar/2132/1/devega.rajovitzky.2014.pdf   p.5

[38]Bischhoftshausen, Warner. (2016) “Una visión general de la contabilidad ambiental”. Revista contaduría Universidad de Antioquia. No 29 -23 ene 2016. p. 141-170. pp. 32-33.

[39]Cfr. Fundación Fórum Ambiental. Documento de trabajo, Agencia Europea del Medio Ambiente. Coordinado por: Manuel Ludevid. Echevarría & Asociados- Barcelona, 9 de Noviembre de 1999. IDEC, Balmes 132 08008 Barcelona. En:  https://www.forumambiental.org/wp-content/uploads/2017/11/991109_contabilidad_ambiental.pdf. p.7.

[40] Casado Raigón, J.M. y Santamaría Belda, M. (2003) “Contabilidad ambiental. antecedentes internacionales”; V Reunión de Economía Mundial: Universidad de Sevilla, Secretariado de Recursos Audiovisuales y Nuevas Tecnologías. Sevilla. En: https://idus.us.es/handle/11441/97176    p.4.

[41]Cfr.Casazza, C. (2018) Contabilidad Ambiental,…Ob.Cit.  p.20.

[42]Cfr.Fernández Cuesta, Carmen (2004) “El marco conceptual de la contabilidad ambiental una propuesta para el debate”. Argentina, Facultad de Ciencias Económicas, Instituto de Investigaciones contables “Profesor Juan Alberto Arévalo; Revista Contabilidad y Auditoría. Número 19 – año 10 – junio 2004, 29-38; Chacón Parra Galia, (2018)  “La Contabilidad de la Gestión Ambiental Empresarial y sus Paradigmas hacia la Construcción de las Bases Teóricas”. En: https://www.redalyc.org/journal/5530/553057245004/html/p.3

[43]Riascos Rodríguez Mayra Lorena; Ruiz Herrera Isabel Cristina, (2020) “La Contabilidad Ambiental, Práctica e Importancia en El Sector Empresarial del Municipio de Zarzal. Valle Del Cauca”. Universidad Del Valle. Facultad de las Ciencias de la Administración. Programa Académico de Contaduría Pública Zarzal. p39.

[44] Mejía Soto, Eutimio; Vargas Marín., Luis Alberto (2012) “Contabilidad para la sostenibilidad ambiental y social”; Lúmina N° 13, Universidad de Manizales. Colombia. http://portal.amelica.org/ameli/jatsRepo/254/2541136005/2541136005.pdf  p.6.

[45]Geba, Norma B.; Fernández L., Liliana E.; Bifaretti, Marcela C. (2010) “Marco conceptual para la especialidad contable” Actualidad Contable FACES Año 13 Nº 20, Enero – Junio 2010. Mérida. Venezuela (49-60) p.54.

[46]Cfr.Ortúzar Ruiz; Marcelo, “El Concepto de Cuenta Satélite y la Generación de Normas y orientaciones por los Organismos Internacionales Taller Internacional Cuentas Nacionales de Salud y Género” 18 y 19 de Octubre, Santiago de Chile. OPS/OMS – FONASA /Jefe de Cuentas Nacionales División de Estadísticas/. CEPAL

[47].V. Azqueta, Diego, (2002) Introducción a la Economía Ambiental. Madrid, McGraw-Hill; Daly, Herman, (1993), “Sustainable Growth: An Impossibility Theorem”, en Daly H. and Townsend K. (eds.): Valuingthe Earth. Cambridge (Mass.), MIT Press; Daly, H., (1980), “La economía en estado estacionario: hacia una economía política del equilibrio biofísico y el crecimiento moral”, en Daly, Herman E., (comp.): Economía, ecología, ética. Ensayos hacia una economía en estado estacionario. Fondo de Cultura Económica, México.

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